Imagina que regresas a tu casa en el centro de una gran ciudad, tras un largo viaje familiar con tus hermanos, primos y/o papás. Mientras esperan algunos semáforos en rojo, notas que la temperatura aumenta conforme avanzan desde las afueras de la metrópoli hasta el bullicioso centro de tu colonia. El calor es cada vez más insoportable en el interior del auto y, aun avanzando a buena velocidad en la autopista urbana, el viento cada vez se siente más caliente y sofocante. ¿Por qué a pesar de ser la misma ciudad y no notar un cambio en las condiciones climáticas, varía tanto la temperatura de un punto a otro en la ciudad? Sin esperarlo, eres una de las tantas miles de víctimas del fenómeno conocido como Islas de Calor.
Las ciudades suelen ser centros de actividad humana, innovación y desarrollo, pero también son el epicentro de un fenómeno climático conocido como las Islas de Calor Urbanas o ICU. Este fenómeno, que se refiere al aumento de temperatura en áreas urbanas en comparación con sus alrededores rurales, tiene implicaciones significativas para la salud pública, el consumo de energía y el medio ambiente. Pero, ¿qué son las Islas de Calor Urbanas?
Las Islas de Calor Urbanas se producen cuando las superficies naturales, como bosques y suelos, son reemplazadas por concreto, asfalto y edificios. Estos materiales absorben y retienen calor durante el día y lo liberan tan lentamente durante la noche que no se disipa por completo a la mañana siguiente y, peor aún, se acumula con el calor del nuevo día. Todo esto provoca que las temperaturas urbanas sean significativamente más altas comparadas a zonas con cobertura vegetal.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), las temperaturas en las ciudades pueden ser de 1 a 7 grados Celsius más altas que en las áreas rurales circundantes. Aunque en zonas altamente urbanizadas de la ciudad de México la diferencia suele ser de hasta 10 o más grados comparado con otras zonas e, incluso, ciudades del país.
Causas de las Islas de Calor
Existen varios factores contribuyen a la formación de las Islas de Calor, entre ellos se han identificado:
- Superficies impermeables: materiales como el asfalto y el concreto no permiten la evaporación del agua, lo que reduce el efecto de enfriamiento natural.
- Poca vegetación: la falta de árboles y áreas verdes limita la sombra y la evapotranspiración, proceso mediante el cual las plantas liberan agua a la atmósfera, ayudando a enfriar el aire.
- Emisiones de calor antropogénicas: calor generado por vehículos, fábricas y sistemas de climatización contribuye al aumento de la temperatura.
- Geometría urbana: los edificios altos pueden atrapar el calor y reducir la circulación del aire, intensificando el efecto de Islas de calor.
Consecuencias de las Islas de Calor
El aumento de la temperatura en las ciudades tiene varias repercusiones:
- Salud pública: las altas temperaturas pueden causar golpes de calor, problemas respiratorios y aumentar la mortalidad, especialmente entre las poblaciones vulnerables como ancianos y niños.
- Consumo de energía: el uso de aire acondicionado incrementa la demanda de electricidad, lo que puede llevar a sobrecargas en la red y aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Calidad del aire: las altas temperaturas pueden intensificar la formación de ozono a nivel del suelo, un contaminante que afecta la salud respiratoria.
- Ecosistemas urbanos: las especies de flora y fauna locales pueden verse afectadas por los cambios en las condiciones climáticas.
Estrategias de mitigación
Afortunadamente, existen diversas estrategias para mitigar los efectos de las Islas de Calor como:
- Aumentar los espacios verdes: plantar más árboles y crear parques urbanos ayuda a enfriar el aire a través de la sombra y la evapotranspiración.
- Techos verdes y refrescantes: cubrir los techos con vegetación o materiales reflectantes reduce la absorción de calor.
- Utilizar materiales permeables: usar pavimentos permeables permite la infiltración de agua y la evaporación, ayudando a reducir la temperatura.
- Diseño urbano inteligente: planificar la construcción de edificios y calles de manera que se fomente la circulación del aire y se minimice la acumulación de calor.
Las Islas de Calor Urbanas son un desafío significativo para las ciudades modernas, pero con la implementación de estrategias adecuadas, es posible mitigar sus efectos. La adopción de prácticas sostenibles no solo ayudará a reducir las temperaturas urbanas, sino que también mejorará la calidad de vida de sus habitantes y contribuirá a un futuro más saludable y equilibrado para todos.
Agradecimientos
Agradecimientos a Izzy y a El Magizoólogo por su tiempo dedicado a revisar y comentar esta entrada, a fin de que sea más amena e interesante al lector
¿Quieres saber más?
Segovia-Durán, A. H. & Morillón-Gálvez, D. (2022), «Análisis de la Isla de Calor Urbana: nuevos métodos y tecnologías«, Gaceta del Instituto de Ingenieria, UNAM.
García, L. (2018), «Islas de calor, un fenómeno de las ciudades«, DGDC, UNAM.
Cheonggyecheon: la autopista en Corea del Sur que fue demolida para restaurar un río
Qué es el efecto isla de calor y su relación con la pobreza energética en las ciudades