¡Hola a todos los amantes del Universo!
Este mes, estamos listos para disfrutar de Venus en su máximo brillo, Júpiter finaliza su movimiento retrógrado, y podremos observar los cúmulos estelares La Colmena o Pesebre (M44) y las Pléyades (M45). Además, si te levantas temprano con suerte podrás observar la lluvia de estrellas α-Centáuridas antes del amanecer. ¿Están preparados para observar estos asombrosos fenómenos astronómicos? ¡Vamos! Agenden los siguientes días.
El 1 de febrero, tendremos una conjunción entre la Luna y Venus, a las 14:27 hora del centro de México, en dirección de la constelación de Pisces (Figura 1). Recordemos que una conjunción es un evento donde dos objetos aparecen juntos en el cielo nocturno, por ejemplo, dos planetas, un planeta y la Luna, o un planeta y una estrella.

Por otro lado, el cúmulo Messier 44, también conocido como el Cúmulo de la Colmena o Pesebre, estará en buena posición para observarse en dirección de la constelación de Cáncer (Figura 2). Los cúmulos abiertos son grupos de estrellas que se forman a partir de una misma nube de gas localizada en plano galáctico. El cúmulo M44 se cree que es bastante joven pues tiene alrededor de 600 a 700 millones de años, con alrededor de 1000 estrellas.

Este cúmulo fue incluido en el catálogo Messier, el cual es una lista de 110 objetos astronómicos compilada por el astrónomo Charles Messier en el siglo XVIII, que incluye algunos de los objetos astronómicos más fascinantes. Cuando el astrónomo Galileo Galilei, dirigió por primera vez su telescopio al cielo el 1609 se dio a la tarea de observar distintos objetos, entre ellos M44 que lo caracterizó como algo más que una nebulosa nublada puesto que logró observar alrededor de 40 estrellas dentro de ella. El cúmulo de la Colmena o Pesebre cubre un espacio en el cielo de aproximadamente tres lunas llenas (o 1.5 grados).
Para observar a simple vista tienes que buscar justo encima de donde se encuentran las tres ramas de la «Y» invertida de la constelación de Cáncer, allí parecerá una mancha de luz (Figura 3). Si tienes un un par de binoculares podrás resolver alrededor de 20 estrellas, unas pocas gigantes rojas, frías y de color amarillento, además de estrellas de color azul intenso más brillantes que se encuentran en la secuencia principal, donde las estrellas pasan la mayor parte de su vida, consumiendo hidrógeno en su núcleo.
El 3 de febrero, habrá una conjunción de Venus y Neptuno a las 13:51 hora del centro de México, en dirección de la constelación de Pisces.
El 4 de febrero, el gigante gaseoso, Júpiter, termina su movimiento retrógrado a las 03:38 hora del centro de México, así que Júpiter pasará de moverse hacia el oeste para regresar a su movimiento habitual hacia el este (Figura 4). El movimiento retrógrado es un complejo movimiento de los planetas, donde a veces parece que retroceden en su trayectoria. Este fenómeno aparente se debe a nuestra posición en el Sistema Solar y no refleja la verdadera naturaleza del movimiento de los planetas.

El 5 de febrero, la Luna estará en su fase de cuarto creciente.
El 6 de febrero, habrá un acercamiento entre la Luna y el cúmulo abierto las Pléyades (M45) en dirección de la constelación de Taurus a las 01:17 hora del centro de México. Además, se dará la conjunción entre la Luna y Júpiter, en dirección de la constelación de Taurus (Figura 5) a las 21:36 hora del centro de México.

El 8 de febrero, habrá una lluvia de meteoros α-Centáuridas en dirección de la constelación de Centaurus (Figura 6). La actividad de esta lluvia de estrellas comenzó el 28 de enero y terminará el 21 de febrero, siendo su máximo de actividad y mejor momento para observar durante la primera horas del día 8. Se podrá observar una tasa máxima de 6 meteoros por hora. El origen del nombre de la constelación viene de la mitología griega, puesto que esta constelación representa a los centauros, criaturas míticas con cabeza y torso humanos sobre un cuerpo de caballo. Una de las historias de esta constelación dice que el rey de los centauros Quirón (Cheiron) fue herido accidentalmente por una flecha envenenada y sufrió un dolor tan continuo que ofreció renunciar a su inmortalidad (Figura 7).


El 9 de febrero, el planeta Mercurio estará en conjunción solar superior, a las 06:19 hora del centro de México, y dejará de ser un objeto matutino para volverse uno vespertino. Este fenómeno ocurre cuando el Sol se encuentra entre la Tierra y un planeta interior, siendo el planeta bloqueado de la visión desde la Tierra (Figura 8). Además, tendremos una conjunción entre la Luna y Marte, a las 13:35 hora del centro de México, en dirección de la constelación de Gemini.

El 12 de febrero, tendremos a la Luna en su fase de llena.
El 14 de febrero, el planeta enano Ceres estará en conjunción solar, a las 15:21 hora del centro de México, y dejará de ser un objeto vespertino para volverse uno matutino (Figura 9). Este planeta enano es el objeto más grande del cinturón de asteroides y ha sido visitado por la nave espacial Dawn de la NASA, la cual tomó fotografías de su superficie y ha estudiado su composición.

Créditos: ESO/L.Calçada/NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA/Steve Albers/N. Risinger.
El 16 de febrero, Venus estará en su máximo brillo con una magnitud aparente de -4.6, en dirección de la constelación de Pisces. El brillo de una estrella o cuerpo celeste que se observa desde la Tierra se cuantifica empleando la escala de magnitud aparente, ésta fue propuesta por el antiguo astrónomo griego Hiparco. Así pues los objetos más brillantes tienen el número menor y los objetos más tenues tienen el número mayor. Por comparar, la luna llena tiene una magnitud de -12.6 mientras que el brillo del Sol es de aproximadamente -26.7.
El 20 de febrero, la Luna estará en su fase de cuarto menguante.
El 23 de febrero, el planeta rojo, Marte, termina su movimiento retrógrado a las 20:02 hora del centro de México, pasará de moverse hacia el oeste y para regresar a su movimiento habitual a hacia el este.
El 25 de febrero, habrá una conjunción de Mercurio y Saturno, a las 15:26 hora del centro de México, en dirección de la constelación de Aquarius.
El 27 de febrero, podremos observar gran parte de la noche la galaxia Bode (M81), en dirección de la constelación de la Osa Mayor (Figura 10). Esta galaxia es una de las más brillantes del cielo nocturno, con una magnitud aparente de 6.9. Se caracteriza por sus brazos espirales formados por estrellas jóvenes, calientes y azuladas. Al observar a través de unos binoculares, la galaxia aparece como una débil mancha de luz, mientras que con un pequeño telescopio se puede resolver su bulbo que contiene estrellas mucho más antiguas y rojas.

Recuerden que muchos de estos eventos los podremos observar a simple vista. De igual manera los invitamos a descargar sus cartas estelares mensuales que les permitirán identificar las estrellas, constelaciones y otros objetos. También hay aplicaciones de móvil para seguir los objetos en tiempo real, como Stellarium.
¡No te pierdas ninguno de los eventos que nos ofrecerá el mes del amor, febrero!
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