¿Alguna vez has mirado por la ventana o caminado por un jardín o un parque y has visto una mariposa, una abeja o alguna mosca de color brillante? ¿Te has preguntado qué comen? ¿Cómo llegan allí? ¿Y cómo sobreviven en las contaminadas y calurosas ciudades?
Un polinizador es un animal que transporta polen (gametos masculinos de las plantas) de una flor a otra. Una vez trasladado el polen, éste pasa al estigma, allí germina para llegar al ovario y fecundar los óvulos, gametos femeninos (Figura 1). Del óvulo fecundado se obtendrá una semilla que, si se encuentra en condiciones apropiadas germinará en una nueva planta. Como es bien sabido, el proceso de polinización es indispensable para la reproducción de las plantas con flores, por lo que la mayoría de estas plantas dependen de atraer y recompensar a los polinizadores que las visitan.
Entre los grupos más comunes de polinizadores se encuentran las abejas, las mariposas, los escarabajos, los colibríes, las polillas, los murciélagos, las moscas y las hormigas, por lo que, como puedes ver, la mayoría de ellos son animales voladores (Figura 2). La diversidad de polinizadores en una ciudad depende del tamaño de ésta, su ubicación geográfica o la cantidad de parques y zonas verdes que contiene. A pesar de los desafíos, la cantidad de especies de polinizadores que puede existir dentro de las ciudades no es nada despreciable. Por ejemplo, en la Ciudad de México hay más de 350 especies de mariposas, 30 de murciélagos y 18 de colibríes.
Las grandes urbes son ambientes difíciles, muchas están severamente contaminadas, hay mucho ruido y muchas luces. El pavimento se calienta demasiado, hay poca disponibilidad de agua para los animales, frío en invierno, lluvia ácida en verano y enfermedades todo el año. Así pues, nuestras ciudades son un verdadero reto para otros seres vivos, entre los que se encuentran los polinizadores.
Además de los retos que mencionamos anteriormente, hay algunos otros que afectan particularmente a los polinizadores y me gustaría explicar con más detalle (Figura 3). Primero, las ventanas. Algunos cristales no pueden ser percibidos por los polinizadores y pueden llegar a estrellarse contra ellos mientras vuelan. Estos accidentes suelen ser mortales, especialmente cuando ocurren en edificios altos. Para evitar estos impactos, se recomienda usar cortinas conspicuas o calcomanías en las ventanas que permitan hacerlas más visibles.
El segundo reto son los gatos. Los gatos son una de las mascotas más populares, son divertidos, tiernos e interesantes. Sin embargo, dejarlos salir a las calles pone en riesgo a decenas de individuos de aves, lagartijas e insectos que son atacados continuamente por ellos, además que expone a los gatos a enfermedades y otros peligros. La recomendación es que seamos dueños responsables con la fauna local y cuidemos que nuestros michis permanezcan dentro de casa.
El tercer obstáculo es el miedo y el desconocimiento, ya que es común que matemos a todo aquel insecto que se nos acerque porque pensamos que podría ser peligroso, y raramente nos detenemos a pensar en su importancia o valor en los ecosistemas. Además, los insecticidas que se usan en el control de plagas no discriminan y son la causa de muerte de muchísimos polinizadores. Una buena recomendación es sacar a los insectos intrusos de nuestras casas sin lastimarlos, así ellos pueden preservar lo más valioso que tienen: su vida.
El cambio climático también representa una serie de nuevos desafíos, pero si te interesa leer un poco más sobre los polinizadores y el cambio climático puedes revisar la nota Los polinizadores ante el cambio climático.
Hay muchas formas en que podemos ayudar a los polinizadores a afrontar los retos de vivir en la gran ciudad. Aquí te dejamos algunas sugerencias por si quieres apoyarlos con pequeñas acciones (Figura 4):
Aunque no parezca a simple vista, las ciudades son ecosistemas que poseen una flora y fauna propia, con sus respectivas interacciones ecológicas. Como en cualquier otro ecosistema, la polinización de las plantas es muy importante para mantener el equilibrio y salud en el medio ambiente. Por lo que ser consciente de la existencia de los polinizadores urbanos y ayudarlos, es una forma excelente de mejorar el lugar donde vivimos.
Agradecimientos
Agradezco a Pteryx, Izzy y a El Magizoólogo por revisar el borrador de esta entrada.
¿Quieres saber más?
Ocampo Sandoval, M. (2020), "Colibríes en la Ciudad de México", Ciencia y más, 3 (1): 39-43.
Batimasy (2024), "Polinizadores en zonas urbanas", 2do. Congreso Virtual “Acercándote a la Ciencia".
Obeso, J. R. & Herrera, J. M. (2018) "Polinizadores y cambio climático", Ecosistemas, 27 (2): 52-59.
Gómez, J. M. (2002), "Generalización en las interacciones entre plantas y polinizadores", Revista chilena de historia natural, 75 (1): 105-115.
Coro Arizmendi, M. (2009), "La crisis de los polinizadores", CONABIO. Biodiversitas, 85: 1-5.
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