¿Conoces a Rosalind Franklin y su relación con el ADN? Te contaré la historia. Durante muchos años los investigadores trataron de explicar cuál era el intrigante contenido del núcleo celular o cómo era la estructura de lo que hoy conocemos como ácido desoxirribonucleico o ADN.
Por primera vez, en 1869 Johan Friedrich Miescher la llamó nucleína, puesto que la encontró dentro de las células y no correspondía a una estructura de origen proteica o de algún carbohidrato; para 1889 Richar Altman renombró a la nucleína como “ácido nucleico”; después Albert Kossel describió las bases nitrogenadas: adenina, guanina, citosina y tiamina; finalmente, para inicios del siglo XX el bioquímico Phoebus Levene demostró la presencia de grupos fosfatos se unen a azúcares y bases nitrogenadas para formar nucleótidos. Con todas estas piezas del rompecabezas, en el año de 1953 Francis Crick y James Watson (un físico y un biólogo de profesión) describen la estructura de doble hélice del ADN; este descubrimiento, aún considerado como un parteaguas en la historia de la ciencia, los llevó a recibir junto con Maurice Wilkins el Premio Nobel de Medicina en 1962.
Sin embargo, la historia ha sido injusta (en un punto de vista particular) para Rosalind Franklin. Gracias a su trabajo, los galardonados con el premio Nobel, Watson y Crick lograron dilucidar la estructura de doble hélice del ADN. ¡La pieza clave para este descubrimiento fue la famosa fotografía número 51 tomada por una técnica novedosa de difracción de Rayos X propuesta por Rosalind Franklin!
Para Rosalind Franklin, nacida en Londres el 25 de julio de 1920, el camino en la investigación no fue fácil, desde muy temprana edad tomó clases de física y química, además de clases de deporte y costura. A la edad de 18 años decidió estudiar ciencias experimentales en el Colegio Newnham, en Cambridge, situación que su padre no aceptó con facilidad. Logró realizar su tesis doctoral durante la segunda Guerra Mundial y gracias a Adrienne Weill (científica francesa refugiada en Londres), logró realizar una estancia postdoctoral en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado de París, donde perfeccionó la técnica de difracción de Rayos X, convirtiéndose en una referente mundial.
En 1951, Rosalind se encuentra trabajando en el Kings College, en Inglaterra, donde comienza, junto con su estudiante Raymond Gosling, a estudiar la estructura del ADN, logrando obtener fotografías bastante nítidas del ADN. Estos avances científicos fueron presentados en seminarios dentro del Kings College; entre el público se encontraban Watson y Crick, quienes quedaron bastante impresionados y trabajaban en el Laboratorio Cavendish, Cambridge. Gracias a Maurice Wilkins (compañero de laboratorio de Rosalind, con quien, por cierto, no llevaban una buena relación) lograron obtener, sin consentimiento de Rosalind, las fotografías las cuales les permitieron esclarecer la estructura en doble hélice del ADN.

En el artículo publicado en Nature por Watson y Crick (Nature 171, 737–738,1953), no se le otorga el crédito correspondiente a Rosalind Franklin, simplemente se le “menciona” que en el mismo número de la revista y creo, haciéndose a un lado Franklin y su estudiante, publican sus datos y sus fotografías apoyando el modelo de doble hélice del ADN propuesto por Watson y Crick.
Cansada del ambiente machista y la mala relación con su colega Wilkins decide continuar con sus trabajos de investigación en el Birbeck College, Londres, donde permaneció hasta su muerte. Dentro de este laboratorio dirigido por John Bernal, realizó trabajos importantes sobre diferentes enfermedades virales tales como, los que ocasionan el mosaico del tabaco, polio, etc. Su muerte fue debido a un cáncer de ovario ocasionado por una fuerte y constante exposición a los rayos X.
Por desgracia, Watson, Crick y Wilkins, jamás otorgaron menciones de gratitud hacia el trabajo de Rosalind, e incluso, la trataron de desagradable. Watson, opina sobre ella en su libro de memorias: “Estaba decidida a no destacar sus atributos femeninos. Aunque era de rasgos enérgicos, no carecía de atractivo, y habría podido resultar muy guapa si hubiera mostrado el menor interés por vestir bien”.
Durante el discurso al recibir el Premio Nobel, ninguno de los científicos mencionaron el gran trabajo por el cual lograron resolver la estructura del ADN. De esta manera, Rosalind Franklin quedó en la sombra de los “ganadores” del premio Nobel. Afortunadamente, y gracias a movimientos de mujeres en la ciencia, en los últimos años se ha dado a conocer su historia, legitimando el crédito a su trabajo y su papel clave para entender la estructura del ADN.
“Science, for me, gives a partial explanation for life. In so far as it goes, it is based on fact, experience and experiment.”
Rosalind Franklin
¿Quieres saber más?
Watson, J. & Crick, F. (1953), “Molecular Structure of Nucleic Acids: A Structure for Deoxyribose Nucleic Acid“, Nature, 171: 737–738.
Franklin, R. & Gosling, R. (1953), “Evidence for 2-Chain Helix in Crystalline Structure of Sodium Deoxyribonucleate“, Nature 172: 156–157.
Braun, G., et al. (2011), “How Rosalind Franklin discovered the helical structure of DNA: Experiment in diffraction“, Physics Teacher, 49: 140-143.
¡Hola! Soy Rocío, soy Químico Bacteriólogo Parasitólogo, Dra. en Ciencias Químicas-Biológicas, egresada de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, orgullosamente mexicana. Desde muy pequeña me interesé en las preguntas ¿por qué nos enfermamos? ¿qué nos enferma? ¿cómo nos curamos? y decidí investigar… pero hasta hoy en día continúo aprendiendo sobre estas interrogantes.
Cuando entré a la preparatoria (en la que estudié técnico laboratorista clínico) descubrí la parasitología. Recuerdo que, al estar haciendo las primeras tareas de esa materia, las imágenes que buscaba en internet eran impactantes, solo basta buscar “niño con áscaris” para darse cuenta y desde ese momento mi interés y mi pasión por saber sobre los parásitos creció.
Al concluir la licenciatura, decidí especializarme en esa rama y durante más de 12 años me he dedicado a la búsqueda de nuevos fármacos con posible actividad antiparasitaria (porque aunque sean de las enfermedades más olvidadas por todo el mundo, son de las que aún afectan a gran parte de la población mundial), pero no crean que con decir parásito me la vivo analizando popos, ¡¡¡noooo!!! Existen muchos más tipos de parásitos que ni nos imaginamos y que podemos encontrar en los lugares menos pensados..