La navidad pasada, mi hermana mayor me hizo un regalo poco usual, pero bastante oportuno; ella es ginecóloga y, bueno, su regalo fue una vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). Este virus es un tema de relevancia para las mujeres pues el 93% de los cánceres cervicouterinos están relacionados con el VPH, además, es la causa de alrededor del 5% de los cánceres en todo el mundo. Por ello, he querido hablarles del VPH este mes, Marzo de Mujeres.
Comencemos conociendo un poco de este interesante virus. El VPH forma parte de la familia Papillomaviridae, que incluye virus de papiloma de otras especies, como otros mamíferos, reptiles y aves. Es un virus de genoma circular de ADN de doble cadena que infecta predominantemente células de la piel y membranas mucosas (Figura 1).
Existen más de 200 tipos de VPH, aunque no todos son igual de peligrosos. Considerando la gravedad de la infección que nos provocan (porque los humanos somos siempre el centro de atención), estos virus han sido divididos en dos clases: los de bajo riesgo, que casi no causan enfermedades, pero algunos de ellos producen verrugas; y los de alto riesgo, que pueden causar cáncer. Entre los tipos más comunes de cáncer causados por VPH se encuentran el de cuello uterino, vagina, vulva, ano, pene y orofaringe. Ojo aquí, los hombres también pueden infectarse con VPH y les puede desarrollar algunos tipos de cáncer.
Un dato alarmante es que casi todas las personas se contagian por un virus de VPH poco tiempo después de iniciar su vida sexual. Esto nos habla de la necesidad de una mejor educación sexual, independiente de creencias religiosas o el nivel socio-económico, pero este es otro tema. Afortunadamente el sistema inmunológico consigue controlar y terminar con la mayoría de las infecciones por VPH.
Cuando la infección no es erradicada, ésta se vuelve persistente (Figura 2). En el caso de VPH de bajo riesgo puede causar verrugas constantes; mientras que una infección con VPH de alto riesgo podría no presentar síntomas durante los primeros años, pero tras un periodo de 10 a 20 años, o más, puede dar lugar al desarrollo de cáncer. Podrías seguir con tu vida normal sin saber que estás contagiada ¡Qué peligroso! Aquí entra un factor clave en el tratamiento oportuno del cáncer: el diagnóstico.
Para la detección de una infección asintomática por VPH es importante realizar exámenes celulares periódicos, aunque únicamente se ha aprobado el diagnóstico de cáncer cervicouterino por medio del Papanicolau. Estos exámenes tienen como objetivo detectar cambios en las células o localizar la presencia de células precancerosas (Figura 3) y se recomienda realizarlo periódicamente a partir del inicio de la vida sexual; es conveniente hacerte el examen cada año si tienes más de una pareja sexual o sexo sin protección, o cada cinco años si utilizas siempre condón.
Lamentablemente, en la actualidad no hay una terapia que demuestre éxito uniforme en el tratamiento de las infecciones por VPH, sin embargo, se encuentran en estudio múltiples alternativas. Estas terapias pueden ser métodos citodestructivos (escisión quirúrgica, crioterapia, terapia con láser, ácido bicloroacético/ácido tricloroacético y podofilotoxina), terapia con antimetabolitos (5-fluorouracilo), terapia antiviral (cidofovir e interferones) e inmunomodulación (imiquimod).
Un avance significativo en la resolución de esta problemática se dio en años recientes con la autorización de diversas vacunas contra el VPH. Como te podrás imaginar, al existir tantos tipos de VPH, una sola vacuna no es efectiva contra todos ellos, pero sí es capaz de prevenir la infección por algunos de los tipos más riesgosos y comunes. Para evitar proporcionar marcas de vacunas, basta con decir que existen tres vacunas disponibles que contienen antígenos de 2, 4 y 9 tipos de VPH.
La prevención por vacunación es independiente del género y edad, aunque el grado de beneficio y esquema recomendado varían de acuerdo al grupo de edad y particularidades de la salud de los pacientes; por ello, la aplicación de estas vacunas por parte del sector salud suele obedecer a la evaluación del costo versus la efectividad. Se recomienda la vacunación de niñas y niños entre 11 y 12 años, pero es posible iniciarla a los 9 años y hasta los 26. Los adultos entre 27 y 45 años también pueden vacunarse, aunque el beneficio puede ser menor si ya fueron expuestos previamente al virus.
Otra forma de prevenir el contagio por VPH, así como otras infecciones de transmisión sexual, es el uso de condón. Sin embargo, este método tampoco ofrece una protección completa ya que no cubre totalmente todas las zonas del cuerpo que podrían estar infectadas, como la zona genital o anal. Aún así, no descartes el uso correcto del condón (se debe utilizar un condón nuevo para cada relación sexual, colocarse antes de cualquier contacto con la zona genital, oral o anal, y mantenerse hasta la finalización de la relación sexual).
Ya sé que inicié este texto diciendo que el VPH es un tema de relevancia para las mujeres, y es así. Pero este virus no discrimina, el VPH es una realidad y un enorme problema sanitario global. A pesar de tu edad, sexo u orientación sexual, es recomendado vacunarse y realizarse revisiones periódicas para detectar posibles infecciones. Consulta a tu especialista de la salud para que evalúe el esquema de vacunación que requieres, así como la frecuencia de las revisiones que debes realizarte. Recuerda que, contra esta y otras enfermedades, la prevención es la mejor medicación.
Ahora que ya conoces un poco más de este virus, ¡cuídate! Que el VPH no te llegue como un regalo inesperado.
Agradecimientos
Agradezco a Nicolau, Viroloca, Alice y a Científica Rizada por haber revisado el borrador de esta entrada y por sus oportunos comentarios para mejorarla.
A Laura, mi hermana, la mejor ginecóloga; por tu profesionalismo y empatía con tus pacientes. A mis hermanas, Vero y Eva; y a mi mamá. Las quiero y las admiro.
¿Quieres saber más?
Yousefi, Z., et al. (2021), “An Update on Human Papilloma Virus Vaccines: History, Types, Protection, and Efficacy”, Front. Immunol., 12: 805695.
Kombe Kombe, A. J., et al. (2021), “Epidemiology and Burden of Human Papillomavirus and Related Diseases, Molecular Pathogenesis, and Vaccine Evaluation”, Front. Public Health, 8: 552028.
Amin, F.A.S., et al. (2023), “Molecular markers predicting the progression and prognosis of human papillomavirus-induced cervical lesions to cervical cancer”, J Cancer Res Clin Oncol, 149: 8077–8086.
Gu, Y., et al. (2017), “Characterization of an Escherichia coli-derived human papillomavirus type 16 and 18 bivalent vaccine”, Vaccine, 35 (35): 4637-4645.
Stankiewicz Karita, H. C. & Spach, D. H. (2021), “Human Papillomavirus Infection”.
El virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer – NCI
Human Papillomavirus (HPV) – Structure, epidemiology and pathogenesis – ScienceDirect
Papilomavirus | GRUPO DE INVESTIGACIÓN VIRUS ANIMALES.
