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Para mi familia materna quienes siempre me recuerdan que no debo perseguir osos y para mi familia paterna; con la que voy a buscarlos (Gracias papá por todas esas aventuras en Sequoia).  

I´m not a Teddy bear, I´m a bear.

Réplica del primer Teddy Bear.

Era un día maravilloso; el sonido del viento acariciaba los árboles y mi piel. La música del río descendiendo desde la montaña era fuerte y relajante a la vez. Sumergí mi mano pues deseaba sentir su frescura, me mojé el rostro y sonreí al ver el cielo despejado.

Era un día soleado y el dorado de los rayos del sol asomándose entre el follaje de los árboles lastimaban mis ojos. Me reincorporé y seguí mi camino, buscaba una zona donde había un cúmulo de árboles caídos, los encontré en una de mis caminatas; eran enormes y el lugar muy bonito. El crujir de las hojas secas a mi paso agregaban música. La sensación de calma en el bosque me gobernaba.

Mi paso era lento pues llevaba entre mis manos un libro que iba leyendo con cuidado mientras me desplazaba a mi destino. El suelo estaba repleto de flores en esa zona, era perfecto para sentarme bajo un árbol. Para mi sorpresa alguien más había tenido esa idea y se encontraba sentado justo donde yo deseaba hacerlo, no tuve decepción alguna, era un hermoso venado que descansaba sobre las flores, era una maravillosa vista. Me recordó a una pintura de Bambi que me regaló mi mamá cuando era niña.

Me alejé lentamente hacia los troncos que estaban a pocos metros, inconscientemente incliné mi cabeza en señal de despedida y respeto hacia él y me di la vuelta. Mi presencia no perturbó al ciervo, lo podía ver aún; lucía feliz y tranquilo. Trepé el enorme tronco con un poco de dificultad y después de analizarlo empecé a caminar sobre él mientras seguía mi lectura. Todo era perfecto, Rivendel había llegado a mí, el libro que leía era el Señor de los Anillos; sentí que en cualquier momento Legolas aparecería entre los árboles. Ya sé… Ojalá.

Welcome to Sequoia.

Después de un largo rato decidí que era momento de volver con mi familia, ya casi era hora de comer. Brinqué al piso con mucho cuidado pues, al ser una Sequoia, el tronco era muchísimo más alto que yo (1.60m). A los pocos segundos escuché unos pasos lentos y firmes, habían muchos árboles alrededor bloqueando la vista. Al girarme me encontré a pocos pasos de ver a “San Pedro”. Un enorme oso negro (Ursus americanus) estaba frente a mí, cara a cara, saliendo de entre los árboles despreocupadamente.

Mi corazón se paralizó y, lentamente, sin dejar de mirarlo, caminé hacia atrás donde el tronco yacía impidiendo mi paso. Cambié de dirección, el oso no dejaba de mirarme; cuando escuché un golpe duro y seco a mi costado izquierdo donde los troncos estaban. Nuevamente esos pasos lentos y firmes, temí saber lo que pasaría, ahora eran dos osos observando… Sentí como se deslizaba el libro entre mis manos, mis piernas deseaban correr, estaban a menos de tres metros de mí, lado a lado. Nadie se movió. Sólo podía escuchar mi corazón que, ahora más asustado, latía velozmente y no me percaté de un tercer sonido, uno más sutil. Se acercaba cada vez más y más, no reaccioné hasta que lo vi. ¡Un tercer oso más pequeño, pero igual de impresionante, venía detrás del primero!

Un par de minutos que parecieron siglos, no sé cuánto tiempo estuve ahí. Los veía olfateando el aire como si quisieran olerme, nadie se movía. Recé inconscientemente cerca de cien veces. Cuando perdieron el interés empezaron a moverse hacia la derecha y yo hacia atrás, el oso que estaba cerca del tronco pasó frente a mí pacíficamente mientras me veía, hasta que los tres decidieron que no es bueno comer humanos y que yo no era una amenaza; me dieron la espalda y comenzaron a subir la montaña. Jamás dejé de observarlos y así seguí caminando de espaldas, por fin había una gran distancia entre nosotros, una distancia más que prudente. Respiré profundo, le agradecí a mi abue por cuidarme y me eché a correr hacia el sitio donde acampábamos aquella vez. 

Ninguno de estos osos son los del relato, en esa hermosa caminata no llevaba conmigo ningún tipo de cámara pues salí con la intención de leer mi libro… I know… 🤦🏻‍♀️Fotografías por Arturo Chavez, mi papá.

Gracias Sequoia National Park por las decenas de osos qué nos has dejado ver en cada visita. 

Sequoia National Park en marzo. Fotografía por Arturo Chavez.

Sin embargo, aunque aquí en Yellowstone hay cerca de ochocientos osos, no he tenido tanta suerte de verlos más que una vez en el Parque Nacional Yellowstone; pero eso no significa que no hay,  de repente bajan al bello West Yellowstone en busca de comida.

Osezno captado en Yellowstone National Park. Video tomado por Sfiore. 

Déjame te cuento cómo es vivir en un lugar donde debes convivir con estos animales.

El nombre dado a los osos de peluche “Teddy bear” fue acuñado en honor al presidente Theodore Roosevelt a partir de un suceso en 1902. En ese año,  un día de cacería en el pueblo de Onward, Pennsylvania, el presidente se negó a dispararle a un oso previamente avistado y herido por su compañero de cacería quien deseaba que Roosevelt fuera quien le diera el tiro de gracia.  Él diciendo que era antideportivo matar a un animal indefenso, bajó su arma en un acto de compasión.

Caricatura de Theodore Roosevelt.

El acontecimiento quedó plasmado en una caricatura que se hizo muy famosa, llegando a oídos de una familia dedicada a la venta de dulces; quienes conmovidos por la acción del presidente decidieron confeccionar un oso de peluche al cual llamaron Teddy bear en su honor. Tuvo tanto éxito que la familia Michtom cambió el giro de su negocio a la confección de Teddy bears. La dulcificación de este peluche animal y los diversos personajes de ficción que los han representado como Winnie de Pooh, el oso Yogi, entre otros, desembocó en un incremento del turismo en los Parques Nacionales y Estatales ese año. Todos querían ver a estos adorables animales, convivir con ellos, a veces olvidándose de lo fuertes y magníficos que son. 

El antropomorfismo en la ilustración gráfica ha tenido una gran influencia en la forma que percibimos a la fauna;  lo que ha desenlazado en algunas tragedias en diversos lugares como el Parque Nacional de Yellowstone.

Un encuentro de este tipo suena peligroso y tal vez terrorífico para algunos, pero no lo es mientras sigas las siguientes recomendaciones:

  1. Sé un excursionista ruidoso y siempre lleva contigo spray para osos (bear spray). Por esas bellas caminatas es recomendable ir haciendo ruido para que los osos al escucharte tomen otro rumbo. En caso de estar muy cerca puedes usar tu spray, el cual está hecho a base de pimienta, el aroma hará que el oso se aleje.
  2. Dale espacio a los osos. Observar y fotografiar a distancia. 
  3. Respeta la comida de los osos. Aléjate de animales muertos.
  4. Mantén tu campamento limpio. Cocina y almacena tu comida lejos de tu campamento.

Una vez mi papá olvidó un chocolate dentro de su saco de herramientas, la dejó cerca de nuestras casas de campaña. Mi papá tiene un radar interno para los osos y, mientras dormíamos, él escuchó ruidos y alcanzó a ver a un oso olfateando y hurgando entre las cosas que dejamos en nuestro campamento, decidió sólo observar. A la mañana siguiente descubrió su bolsa de herramientas rasgada y restos del chocolate esparcidos.

  1. Deja a tu perro en casa. Osos y mascotas no se mezclan.

Aquí en West Yellowstone no verás muchos perritos en los jardines jugando o gatos saliendo a dar la vuelta a la cuadra; debido a las visitas de los osos es mejor que tu mascota se encuentre a salvo en tu hogar. 

Recomendaciones de seguridad ante encuentros con osos.
Pasos a seguir si te encuentras con un oso. Video tomado de Brave Wilderness.

La verdad es que los animales salvajes no tienen mucho interés por estar cerca de nosotros, así que lo primero que hacen cuando te ven mientras no los molestes, es alejarse de ti. Todos los seres vivos tenemos instintos de supervivencia, especialmente animales diferentes a los humanos.

Póster de recomendaciones frente a osos.

West Yellowstone alberga muchas historias y curiosidades, algunas con finales trágicos y otras con finales felices, ya sea para el animal que es observado o para el animal que se acercó a tomar la foto. Aunque en su mayoría los encuentros no dejan víctimas humanas siempre es bueno saber que hacer en caso de tener uno.

Oso Grizzly ataca dos excursionistas en Yellowstone National Park.

En el Museum of the Yellowstone actualmente se alberga un enorme oso Grizzly disecado (Ursus arctos horribilis), el cual es llamado Old Snaggletooth. Tiene un diente que al romperse quedó proyectado fuera de su hocico, al cual debe su nombre; así que era muy sencillo de reconocerlo debido a esta característica, venía frecuentemente con sus amigos desde los años sesenta a buscar comida en los basureros de West.  La gente no tenía contacto con él más allá de avistamientos y realmente no causaba caos en el pueblo, era muy querido y admirado por locals y turistas; ciertamente un gran  espectáculo, aun más si se hacía acompañar de  sus amigos. Pero en 1970 un grupo de animales salvajes le dispararon siete veces con un rifle de pequeño calibre. ¿Cuáles fueron las razones que los llevó a esto? 

Nadie lo sabe ni lo sabremos jamás, ahí agonizaba Snaggletooth, traicionado por la especie que una vez le dio la bienvenida. Mientras se desangraba, se arrastró hacia unas maderas donde murió. El guardabosques Kenneth Sears, quien vivía cerca del sitio, escuchó los disparos y corrió a averiguar qué sucedía, arrestó a los hombres quienes fueron condenados y multados con doscientos dólares cada uno. A pesar de haber sido un suceso lamentable para todos, la muerte de Snaggletooth no fue en vano; gracias a él, en 1970, una nueva política federal entró en vigor: los basureros debían ser cambiados por contenedores inaccesibles y más resistentes para minimizar las frecuentes visitas de osos y otras especies en busca de comida. As people say: A fed bear is a dead bear (Como dice la gente: “un oso alimentado es un oso muerto”)

Aquí un importante miembro de control de calidad.

Entre los animales que resguardan en el centro de rescate de West Yellowstone, se encuentran en rehabilitación algunos osos que aprendieron a abrir contenedores de basura y conseguir alimento en el pueblo. ¿Quién mejor que ellos para poner a prueba los contenedores de basura a prueba de osos antes de que salgan a la venta?

Osos y botes de basura.
Alguien quiere renunciar

Ahora Snaggletooth está a salvo en el museo donde todos lo cuidamos con mucho cariño. Tal vez les parezca ridículo para muchos, pero yo siempre que trabajo lo saludo y agradezco su sacrificio; gracias a él todo cambió, tal vez si hubiera sido cualquier otro oso no se habría causado tanto revuelo. Gracias Snaggletooth.

Old Snaggletooth.

¿Sabías que… El naturalista Georg Ord se confundió en su inglés al clasificar al Oso Grizzly? Él pensó que era oso grisly (no grizzly) lo cual significa espeluznante, mientras que grizzly se refiere a la coloración. En este caso haciendo referencia al color de las puntas del pelaje del animal. Así que al confundirse, decidió clasificarlo en 1815 de esa forma agregando horribilis por el carácter del animal: Ursus arctos horribilis.

En memoria de Paulina, Chely,

Dany quién descansa en 

Sequoia y tía Tencha.

¿Quieres saber más?

Grizzly bear suspected in man’s death near Yellowstone national park

Grizzy bears

Staying safe around bears

Explore the history of Yellowstone National Park

Living with bears

Grizzly Bear

Bear Safety

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