Los cementerios son lugares lúgubres que nos provocan distintas sensaciones. Para algunos son el sitio de descanso donde yacen nuestros seres queridos, y para otros son sitios llenos de misticismo donde hay apariciones, fantasmas y almas atormentadas. También están quienes disfrutan de incorporar recorridos en cementerios en sus vacaciones, visitando personajes ilustres en su última morada. En este artículo recopilamos la ubicación y curiosidades de tumbas de científicos destacados y te mencionamos algunas de las más llamativas a continuación.
Marie Curie
Marie Curie se encuentra entre los científicos más reconocidos por el público general y en muchas ocasiones es la única física o química que podemos nombrar. Fue la primera persona en ganar dos premios Nobel (el de física en 1903 y el de química en 1911) gracias a sus investigaciones sobre la radioactividad y sus aplicaciones en la medicina.
Marie Curie falleció a los 66 años como consecuencia de la exposición prolongada a elementos radioactivos durante sus investigaciones. Aunque se ha dicho que también dormía con un frasco lleno de radio justo al lado de su rostro. Actualmente sus restos reposan en el Panteón de París, Francia, junto a su marido Pierre Curie. Su féretro está cubierto por un ataúd de plomo que protege a los visitantes de la radiación que emite su cuerpo. Incluso sus objetos personales, como sus libretas de registro científico, también emiten radiación, por lo que se encuentran almacenados en cajas revestidas de plomo en la Biblioteca Nacional de Francia, en París, donde seguirán siendo radiactivos por otros 1,600 años aproximadamente. Por esta razón, se utilizan réplicas de sus objetos personales para las exposiciones en museos.
Galileo Galilei
El descubridor del movimiento de los astros y padre de la astronomía moderna fue enterrado en una sepultura humilde debido a su conflicto con la iglesia católica. Sin embargo, sus restos fueron trasladados a la Basílica de Santa Croce en Florencia, Italia, un siglo después de su muerte. Durante su traslado, algunos admiradores robaron partes de su cuerpo como dientes y un dedo que actualmente se exhiben en el Museo de Historia de la Ciencia de Florencia, Italia. Los visitantes de la Basílica de Santa Croce, pueden apreciar la belleza de su lápida, en reconocimiento a su labor científica.
Stephen Hawking
Se encuentra enterrado en la Abadía de Westminster, lugar donde se encuentran muchos científicos británicos ilustres como Newton y Darwin. Su lápida tiene un curioso epitafio, que incluye la ecuación que describe la emisión de radiación de los agujeros negros, mejor conocida como radiación de Hawking, siendo una de las expresiones más elegantes para conmemorar la aportación de un científico. Aprovechando la mención sobre Hawking, nos gustaría recomendarte la película basada en su vida, La teoría del todo, y leer su libro de divulgación de la ciencia Breve historia del tiempo.
Louis Pasteur
Hablando de epitafios, la lápida de Louis Pasteur tiene uno de los más hermosos. Se ubica a un costado del Instituto Pasteur, en París, y en ella se lee «Salvador de la humanidad». Pasteur contribuyó al desarrolló de las primeras vacunas, inventó la pasteurización, estudió la fermentación y el papel de los microorganismos como causa de enfermedades. Siendo uno de los científicos más influyentes de la historia, sus investigaciones no solo han salvado cientos de miles de vidas en el mundo, sino que han permitido la disminución de enfermedades en las poblaciones humanas y la ganadería. Además, han permitido una serie de desarrollos científicos y tecnológicos dignos de ser tratados a detalle en otra entrada. En la imagen de abajo puede observarse el recorte de un periódico en donde se narra cómo un paciente suyo que custodiaba su tumba prefirió suicidarse antes de permitir el acceso a la misma por parte de soldados Nazis.
Johannes Kepler
El científico famoso por sus leyes del movimiento planetario, que estudiamos desde secundaria, fue enterrado en la iglesia de San Pedro, Ratisbona, Alemania. Sin embargo, durante la Guerra de los Treinta Años, la iglesia y el cementerio fueron destruidos, y la ubicación exacta de su tumba se perdió. A pesar de esto, una placa conmemorativa fue colocada en la iglesia en su honor. Sorprendentemente, algunas fuentes indican que Kepler escribió su propio epitafio para su lápida y este refleja su pasión por la astronomía: «Medí los cielos, ahora mido las sombras».
Lise Meitner
Pese a que sus contribuciones a la física fueron fundamentales al descubrir la fisión nuclear, Lise Meitner fue relativamente ignorada en su época. No recibió el premio Nobel que le correspondía, y que fue entregado solamente a su colega Otto Hahn. Ella fue enterrada en un cementerio pequeño en Bramley, situado en el condado de Hampshire, Inglaterra. En su lápida puede leerse «Lise Meitner: una física que nunca perdió su humanidad». De esta manera se resalta su carácter compasivo y su rechazo a participar en el proyecto de la bomba atómica.
Isaac Newton
Isaac Newton fue otro de los científicos más destacados, y además caballero desde 1705 cuando le fue otorgado este título por la reina Ana. Cuenta con aportaciones en matemáticas (cálculo diferencial e integral), óptica, acústica y fue el creador de la ecuación de la gravitación universal. Actualmente descansa en la Abadía de Westminster, Londres. Su tumba tiene un hermoso relieve que muestra a Newton sentado, rodeado de figuras alegóricas que representan las ciencias y las artes y se aprecia una inscripción que lo describe como un hombre que «Fue un genio cercano a los dioses».
Albert Einstein
Conocido como el genio del siglo XX, se le considera el científico más renombrado por el público en general. Cuenta con varias esculturas, apariciones y referencias en series, películas, arte urbano y memes del mundo. Sus restos fueron incinerados y sus cenizas esparcidas en un lugar desconocido. Sin embargo, su cerebro fue retirado por un médico, quien lo conservó por varias décadas antes de que fuera recuperado. Actualmente se conserva en el Instituto de Investigación Médica de Princeton, Nueva Jersey, EUA. Su cerebro ha sido estudiado en varias ocasiones para comprender las causas anatómicas de su genialidad, aunque no se ha descubierto nada particular que lo distinga. Recientemente, se ha destapado una controversia, pues se han encontrado indicios de que su primera esposa, Mileva Maric, pudo tener una participación significativa en las investigaciones de Einstein sin haber recibido el crédito por ello. Si estas suposiciones se comprueban, la llamada mente más brillante de la historia en realidad serían dos.
¿Conocías alguna de estas historias? Existen muchas otras curiosidades sobre tumbas de científicos, esperamos poder contarte algunas de ellas el próximo año, en especial sobre científicas y científicos latinoamericanos.
Agradecimientos
Agradecimientos a Pteryx, Dan Sumatoria y a Sfiore por su tiempo dedicado a revisar y comentar esta entrada, a fin de que sea más amena e interesante al lector.
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