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Anteriormente, habíamos hablado un poco sobre los murciélagos y algunos de los diferentes hábitos alimenticios que poseen. Ahora conoceremos un poco más sobre los murciélagos hematófagos, que son aquellos que se alimentan de sangre y también son conocidos como vampiros. Recibieron ese nombre ya que la biología de esta especie se acomodaba perfectamente a los atributos que se asociaban a los personajes de la leyenda eslávica.

Estos mamíferos pertenecen a la familia Phyllostomidae, agrupados dentro de la subfamilia Desmodontinae, comprendiendo tres géneros que solo cuentan con una especie cada uno: Desmodus, Diphylla y Diaemus

Desmodus rotundus es el murciélago vampiro más abundante en México, Centro y Sudamérica. Se distribuye por las tierras bajas, húmedas y cálidas desde el paralelo 27° latitud norte en México hasta el paralelo 33° latitud sur, extendiéndose a Sudamérica a lo largo de la costa del Pacífico en Chile y a la costa del Atlántico en Uruguay, alcanzando la punta del extremo sur de Brasil.

El murciélago vampiro común (D. rotundus) posee adaptaciones que le permiten desplazarse en cuatro patas. Fotografía: Uwe Schmidt.

Diphylla ecaudata se distribuye en bosques tropicales y subtropicales desde el sur de Texas (Estados Unidos) y el este de México, hasta el sur de Brasil, exceptuando la cuenca del Amazonas.

El murciélago vampiro de patas peludas (D. ecaudata), puede realizar locomoción arbórea. Fotografía: Jaime Guerra M.

Diaemus youngii se distribuye en diferentes hábitats tropicales en el este de México, por la vertiente del Atlántico, desde el sur de Tamaulipas hasta el este de Perú, Bolivia y Paraguay; el sur de Brasil y norte de Argentina. También habita las islas Margarita y Trinidad.

De entre ellas, D. eucaudata y D. youngii tienen una mayor especialización en sus dietas, pues prefieren alimentarse con sangre de aves. En contraste, D. rotundus se alimenta de la sangre de cualquier vertebrado, incluido algunas veces el ser humano.

El murciélago vampiro de alas blancas (D. youngii) vuela al lugar donde el ave esté descansando y se acerca por la parte inferior de la rama donde se encuentra. Fotografía: Dina.

Para alimentarse, estos murciélagos poseen distintas técnicas y adaptaciones. Por ejemplo, D. rotundus tiene algunas habilidades que le permiten desplazarse en tierra hacia su presa, ya sea caminando, corriendo y saltando a cuatro patas. Después de morder a su presa, la sangre fluye hacia el hocico a través de surcos en la superficie inferior de la lengua. El flujo se genera a partir de la succión creada en la faringe por movimientos linguales. La presencia de un factor anticoagulante en su saliva, llamado draculina, evita la coagulación de la sangre al inhibir el factor activado X (FXa), la enzima clave que promueve la coagulación.

Los murciélagos vampiro utilizan su lengua para alimentarse. Fotografía: Bruce Dale.

Uno de los mayores problemas en los que se ven involucrados estos organismos, es que no solo son reservorios del virus de la rabia, al igual que otras especies de murciélagos, sino que además, debido a su forma de alimentarse, son el puente de paso de la rabia hacia otros vertebrados, incluidos los seres humanos (aunque de forma poco frecuente) pero, de manera importante, en las especies ganaderas. Lo anterior genera múltiples pérdidas económicas, ya que puede provocar en el ganado: debilitamiento de los animales por pérdida de sangre, infecciones en las heridas, muerte por desangramiento en aves, depreciación de las pieles o muerte por rabia, la cual es la más grave de todas las pérdidas en ganadería. Esto ha provocado el desarrollo de métodos que han intentado controlar las poblaciones de estas especies, tales como iluminación en los corrales o el uso de redes, los cuales han tenido un relativo éxito. Sin embargo, se han llegado a utilizar métodos más agresivos, como el uso de fuego o explosivos en las cuevas y otros lugares donde se refugian, lo cual implica, además, la muerte de otras especies de murciélagos que habitan en dichos refugios.

No obstante, estas especies podrían volverse nuestras aliadas. Las propiedades anticoagulantes que posee la saliva de estos animales, los ha vuelto un objeto de estudio importante en el campo médico, con la finalidad de desarrollar anticoagulantes que eviten el desarrollo trombosis, infartos y accidentes cerebrovasculares.

Como podrás ver, la relación de los murciélagos vampiro con las actividades antropogénicas es bastante compleja, por lo cual es necesario desarrollar métodos que permitan facilitar la convivencia entre ellos y nosotros, ya que ellos también forman parte de las interacciones necesarias para el buen funcionamiento de los ecosistemas donde habitan. Y siempre es importante resaltar que, para evitar algún ataque causado por estas especies: sé cuidadoso al encontrarte con fauna silvestre, evita perturbar sus sitios de descanso y manipular individuos. 

Adicionalmente, sé cuidadoso al compartir información en redes sociales sobre éstos y otros animales, así como evitar tomar acciones precipitadas como la agresión a los murciélagos o a sus refugios.

¿Quieres saber más?

Flores Crespo, R. (1978), “La rabia, los murciélagos y el control de los hematófagos”, Ciencia Veterinaria, 2: 37-70. 

Kunz, T. H., et al. (2011), “Ecosystem services provided by bats”, Annals of the New York Academy of Sciences, 1223: 1-38.

Solari, S., et al. (2019). “Family Phyllostomidae”, pp. 444-583, en: Handbook of the Mammals of the World, vol. 9. Bats (D. E. Wilson and R. A. Mittermeier, eds.), Lynx Edicions.

Villa, B. (1976), “Biología de los murciélagos hematófagos”, Ciencia Veterinaria, 1: 85-101.

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  • Izzy

    Nací en el Distrito Federal (hoy CDMX). Pensé en estudiar diseño gráfico, pero la vida terminó por conducirme a la biología...

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