El punk académico y la rebelión contra el capitalismo científico

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Es posible que en algún punto de tu vida, ya sea leyendo noticias, blogs o artículos científicos, te hayas topado con un aviso que solicita que te suscribas o pagues una cuota para tener acceso al resto de la información. A esto se le conoce como paywall o “pago por ver”, y cuesta entre 8 y 45 dólares, dependiendo de la revista

El costo de compartir y tener acceso al conocimiento no debería ser tan alto, mucho menos tanto que limite el aprendizaje de una persona o que posicione a las casas editoriales dentro de los negocios más fructíferos, por ejemplo, Elsevier tuvo una ganancia neta de 1.8 billones de dólares en 2022, ganancia similar a Apple y Google. Desde luego, este es un tema complejo de abordar, pues existe conocimiento que se genera sin un apoyo económico y se debe recurrir a estrategias para cubrir los costos de producción. (¡Pequeño comercial para que vayan y chequen los productos que están a la venta!)

Fig. 1. El Punk académico y la rebelión contra el capitalismo científico
Meme que representa a cada persona que ha querido acceder a un artículo científico con costo: “Encontré el artículo perfecto… Debo pagar por leerlo (paywall)”.

Debido a esta compleja problemática, la pelea de la ciencia contra las casas editoriales comenzó hace más de una década. Existen dos ejemplos de cómo este monopolio es más frágil de lo que pensamos y, curiosamente, ambos actos de rebeldía fueron demandados más o menos al mismo tiempo por Elsevier. Estamos hablando de la demanda contra ResearchGate y contra Sci-Hub. 

ResearchGate es una plataforma-red social enfocada exclusivamente al área académica. En este medio, investigadores con correos verificados por su institución pueden crear un perfil y los artículos que publican son enlistados en la plataforma. También permite compartir los artículos, pues se pueden solicitar a los autores de forma directa. Sin embargo, antes los artículos se podían subir directamente de forma abierta sin importar si originalmente tuvieran un cargo de “pago por ver”. Esta fue la razón de la demanda. De acuerdo con ella, ResearchGate estaba distribuyendo alrededor de 7 millones de artículos protegidos por leyes de derechos de autor de forma gratuita. 

Fig 2. El Punk académico y la rebelión contra el capitalismo científico
Logo de la red social académica ResearchGate.

Por otro lado, tenemos la plataforma Sci-Hub, creada por la reina pirata de la ciencia, Alexandra Elbakyan. Alexandra es la programadora Kasajiztaní que todos conocemos, aún si no conoces su nombre, seguro has visto su logotipo. Y es que lo que hizo no es para menos, en 2011 creó un repositorio de bibliotecas fantasma (torrentes) donde se puede acceder a artículos de forma gratuita. Por eso su logotipo dice: para remover todas las barreras en el camino de la ciencia.

Fig 3. El Punk académico y la rebelión contra el capitalismo científico
Portada del sitio web Sci-Hub y fotografía de su creadora: Alexandra Elbakyan. 

Este acto le ha traído premios como el “EFF Award for Access to Scientific Knowledge”, que ganó en septiembre de 2023, o la nominación de la revista Nature dentro del top 10 de personas importantes en 2016. Pero también demandas como la de Elsevier por 15 millones de dólares, demanda que aún no paga, pues al no vivir en Estados Unidos, no es posible actuar legalmente en su contra. 

Debido a que su sitio web es considerado ilegal, continuamente debe cambiar los dominios web; sin embargo, existe otra página donde constantemente se puede revisar cual es el dominio funcional: https://lovescihub.wordpress.com/ y acceder fácilmente a la plataforma. En Sci-Hub con solo colocar el DOI (identificador único del dominio web del artículo) del artículo es posible descargarlo.

Fig 4. El Punk académico y la rebelión contra el capitalismo científico
Mural en honor a Sci-Hub, Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Finalmente, para intentar mediar esta carencia de información, algunas revistas se han convertido en revistas de Acceso Abierto, es decir, publicando únicamente artículos sin cargos de “pago por ver”. Sin embargo, estas revistas tienen un costo de publicación más elevado para el autor y este presupuesto puede ser derivado de los impuestos. 

A pesar de que esta situación se creó para facilitar el acceso a la información, en la práctica ha aumentado la brecha que existe entre los países cuyo presupuesto para investigación es más bajo en comparación con otros países (coff coff… China, Estados Unidos y algunos países del continente europeo). Incluso, algunos investigadores han señalado que pagar este tipo de publicaciones es perjudicial en el sentido que podrían emplear el mismo presupuesto para pagar más a sus estudiantes o ir a congresos. Por lo que no consideran que sea la solución a los problemas de acceso a la información y que otras medidas deberían ser consideradas. 

Un ejemplo de medidas alternativas es lo que sucede  en Twitter, donde se han observado casos de peer review comunitario a partir de artículos publicados en pre-print; ello nos muestra que existen alternativas para crear información, almacenarla de forma gratuita o más económica que la que ofrecen las revistas actualmente, y recibir un feedback de pares. Otras revistas, han creado asociaciones que se financian a través de  donaciones o presupuesto universitario y permiten que se publique y acceda a la información de forma gratuita.

El cambio está llegando, poco a poco y de forma generacional. Si bien aún tenemos muchos retos que superar para seguir haciendo ciencia, el acceso a la información no debería ser uno más. Debemos seguir apoyando iniciativas que tengan como finalidad, compartir conocimiento “a puertas abiertas” para que la ciencia se sienta accesible y familiar.

Agradecimientos

Agradezco a La Matemaga y a Campos Cuánticos por revisar el texto y realizar las correcciones oportunas.

¿Quieres saber más?

Nature’s 10 (2016), “Ten people who mattered this year“, Nature, 540: 507–515.

Schiermeier, Q. (2017), “US court grants Elsevier millions in damages from Sci-Hub“, Nature.

Brainard, J. (2021), “Open Access Takes Flight“, Science.

How Scientific Publishers’ Extreme Fees Put Profit Over Progress

Publishers take ResearchGate to court, alleging massive copyright infringement

EFF Awards 2023

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