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¿Alguna vez has leído un artículo científico? ¿Y qué tal una patente?

En nuestra vida en el laboratorio solemos pensar poco en las patentes, amamos que el conocimiento sea libre para estar a disposición de todo aquel que lo necesite. Sin embargo, las patentes también permiten que ese conocimiento se libere al mundo. A continuación, te contaré cómo es que eso sucede. 

Primero vamos a definir dos términos importantes: invención y patente. Una invención es una tecnología nueva que resuelve un problema técnico, por ejemplo: un compuesto químico, un anticuerpo, una celda solar o un motor. Por otra parte, una patente es un derecho exclusivo sobre una invención que se adquiere a través del pago de tasas para proteger su explotación por un tiempo y territorio delimitados, en la mayoría de los países dura 20 años. 

Lo anterior da la apariencia de que una patente crea un monopolio, pero no es así. La protección que otorga una patente está condicionada a que se divulgue de manera completa la invención, es decir, la persona, instituto de investigación o empresa que solicita una patente debe proporcionar información suficiente que garantice que la invención será reproducible: el solicitante abre la puerta a que conozcan completamente su invención. Esta información de la invención se divulga en un documento llamado solicitud de patente y se presenta ante una oficina de patentes. Independientemente de que sea concedida o no la patente, todo el contenido de la solicitud se hará público. 

De este modo, toda la información de la invención quedará al alcance de cualquier persona (realmente de todo el mundo porque las solicitudes de patente viven en bases de datos de acceso libre como veremos más adelante) y puede ser cotejada, revisada y utilizada para generar nuevas invenciones. Así es como las patentes ayudan a que gran cantidad de información quede disponible públicamente en lugar de que sea exclusiva del solicitante.

¿Cómo se organiza la información en una solicitud de patente? 

Las solicitudes de patente cuentan con cuatro apartados importantes: 1) Portada, allí podrás encontrar quién la presentó, los nombres de los inventores, la fecha en la que se solicitó, el título, un resumen de la invención, entre otros datos. 2) Descripción, esta es la sección más importante para nuestros fines puesto que ahí se describen brevemente los antecedentes de la invención y se detallan todas las características técnicas. Aquí se localiza la información que nos permitirá reproducir el invento y se proporcionan los experimentos realizados para demostrar que la invención funciona (por ejemplo, el proceso para sintetizar un compuesto químico o los datos de ensayos biológicos o clínicos). 3) Reivindicaciones, este capítulo es muy importante porque contiene la materia que quedará protegida cuando se otorgue la patente. Podríamos compararlo con la sección de conclusiones más relevantes de todo el trabajo. 4) Figuras (si las hay), este apartado está estrechamente relacionado con la descripción puesto que allí se presenta gráficamente la información, además, las figuras no pueden localizarse en la descripción. 

Ejemplo de la portada de una solicitud de patente.

Aún falta algo importante que mencionar, ¿Dónde podemos encontrar toda esta información? 

Existen diversas bases de datos de acceso libre en internet para realizar búsquedas en solicitudes de patentes. Entre las más importantes por la cantidad de solicitudes depositadas se encuentran: Patentscope, administrada por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI); Espacenet, administrada por la Oficina Europea de Patentes; la base de datos de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés); Google Patents y Lens.org. También es posible realizar búsquedas directamente en bases de datos de las oficinas de patentes nacionales o en bases de datos comerciales.

Algo común en todas las bases de datos es que proporcionan herramientas que facilitan la búsqueda, tales como la búsqueda por campos (inventor, año, número de publicación, clasificación, entre otros) o la utilización de operadores (como AND u OR) y comodines (por ejemplo “*” y “?”). 

Pero recuerda que, combinando diferentes bases de datos al realizar una búsqueda, obtendrás mejores resultados. Asimismo, es muy importante que antes de lanzarte al mar de información de las patentes establezcas una estrategia de búsqueda (¿qué necesitas? ¿para qué? ¿en dónde podría localizarse?, etc.) para evitar obtener numerosos resultados irrelevantes que te consuman demasiado tiempo para revisar o, por el contrario, no encuentres nada.

Por el momento hemos llegado al final y, como puedes ver, la información que se divulga en las solicitudes de patente también es relevante para el progreso tecnológico y de la ciencia. Me queda pendiente contarte qué es lo que podrías o no patentar, pero ahora ya sabes qué son las patentes y dónde encontrarlas.

¿Quieres saber más?

Patentes.

Aprender del pasado para crear el futuro: Invenciones y Patentes.

Guía para bases de datos tecnológicas.

Preguntas frecuentes: Patentes.

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Autor

  • Luciferasa

    Soy Luciferasa, estudié Químico Farmacéutico Biólogo y actualmente trabajo en patentes. Amo la ciencia y su divulgación; además, me gusta utilizar mi tiempo para aprender cosas nuevas y conocer lugares.

1 comentario en “Las patentes en la ciencia”

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