Siempre me ha gustado viajar, a veces lo hago a través de los libros y en otras ocasiones me voy a la aventura. Fue así como llegué a Perú, pero después me quedé pensando cuál sería mi siguiente destino, ¿qué quería conocer? No tardé mucho en decidirlo porque lo que ocupaba mi mente aquel momento era la Toscana, la comida, el arte y el vino. Esta nueva aventura debía comenzar con una deliciosa pizza en Italia.
Deseaba apreciar la mayor cantidad de obras de arte que abundan en este hermoso país y por eso la primera parada fue Roma, la ciudad eterna. Allí comencé a recorrer museos, iglesias y parques en busca de arte. Uno de los artistas que más me interesaba era el escultor Gian Lorenzo Bernini, quien nació en Nápoles en el año 1598 y murió en Roma en 1680. Este artista fue el máximo exponente de la escultura barroca.
Apolo y Dafne (1625). Fotografía tomada por Luciferasa.
Bernini creó maravillosas esculturas, tanto religiosas como de personajes de la mitología griega. Entre ellas destacan las esculturas en mármol: El rapto de Proserpina (1622), David (1624), Apolo y Dafne (1625), la Fuente de los Cuatro Ríos (1651) y el Éxtasis de Santa Teresa (1652). Esta última casi me la pierdo.
David (1624). Fotografía tomada por Luciferasa.
Fuente de los Cuatro Ríos (1651). Fotografía tomada por Luciferasa.
Es interesante ver estas esculturas y pensar que han pasado más de 400 años desde su creación, pero aún podemos contemplar la genialidad de la obra de Bernini. Sin embargo, nada es para siempre, e incluso el mármol se degrada. ¿Sabías que se degrada el mármol? Yo no, y quedé impresionada al escucharlo mientras contemplaba el rostro angustiado de Proserpina.
El rapto de Proserpina (1622). Fotografía tomada por Luciferasa.
El mármol es una roca metamórfica compuesta principalmente por el mineral denominado calcita, el cual es un carbonato de calcio, Ca(CO3). Asimismo, puede contener otros minerales como la dolomita, CaMg(CO3)2, el cual además de calcio, contiene magnesio en su estructura cristalina. Pero también puede contener otros minerales “impurezas” que le proporcionan tonos y texturas diferentes como el cuarzo, pirita, óxidos de hierro y grafito. Por ejemplo, el mármol que contiene impurezas relacionadas con óxidos de hierro, minerales arcillosos y material bituminoso puede ser color rosa, azulado, gris, amarillo o negro. El mármol blanco que Bernini utilizó procedía de Carrara, una ciudad de la región de la Toscana.
A pesar de que podríamos pensar que el mármol es un material eterno, sufre degradación por medio de procesos químicos, físicos y biológicos, así como por la acción de fenómenos atmosféricos. Aunque el daño y la durabilidad de la forma dependen de la calidad del mármol.
En cuanto a los fenómenos atmosféricos, se han descrito tres tipos de ataques atmosféricos que deterioran el mármol, el primero de ellos se debe al congelamiento del agua. Esto ocurre cuando el agua en estado líquido entra en las fisuras superficiales del mármol que, con el descenso de la temperatura ambiental, se congela produciendo un aumento en su volumen y esta expansión fractura al mármol.
El segundo fenómeno es la lluvia ácida, a mí no me sorprende que también la humanidad esté contribuyendo con el deterioro del arte hecho en mármol. La lluvia tiene un pH de 5.6 aproximadamente, este pH es ligeramente ácido y se debe a la presencia del dióxido de carbono atmosférico; sin embargo, la presencia en el aire de óxidos de azufre y nitrógeno productos de actividades humanas ocasionan que el pH del agua disminuya tras la formación de ácidos sulfúrico y nítrico resultados de la reacción de dichos óxidos con el agua. Finalmente, esta agua ácida produce la disolución del mármol, perdiéndose así los relieves creados en su superficie, es decir, la obra misma.
El último ataque químico, la sulfatación, es ocasionado por dióxido de azufre (SO2). Esto ocurre cuando la obra no está en contacto directo con el agua de lluvia, pero la humedad atmosférica reacciona con el dióxido de azufre y la calcita para formar yeso, CaSO4.2H2O, en la superficie del mármol.
Lamentablemente no son los únicos factores que producen deterioro estas obras, también se ha documentado el ataque al mármol por crecimiento de bacterias, algas, hongos y líquenes, o por fracturas, grietas y delaminación causadas por fuerzas mecánicas o calor.
Sin embargo, gracias al estudio de los factores que afectan las obras de arte, es posible establecer las mejores condiciones para su conservación y, en caso necesario, restauración. Así que, afortunadamente la mayoría de las obras de Bernini no se encuentran expuestas al medio ambiente, como la última que contemplé en este fantástico viaje: el Éxtasis de Santa Teresa (1652), localizada en la iglesia de Santa María de la Victoria. Esta obra es el mismo símbolo del Barroco.
Al final, no me equivoqué. Italia está llena de arte, deliciosa comida y, a pesar de la degradación del mármol, aún nos queda mucho tiempo para continuar apreciando esas magníficas creaciones. ¿No te parece interesante cómo la química contribuye en preservar obras de arte?
Éxtasis de Santa Teresa (1652). Fotografía tomada por Luciferasa.
¿Quieres saber más?
Bernini’s “Apollo and Daphne” Is an Unnerving Depiction of Unwanted Desire
Lavin, I. (2006), “Visible Spirit. The Art of Gian Lorenzo Bernini“, The Pindar Press, UK, vol. II, pp. 580.
Carranza, R. M., et al. (2010), “Nada es para siempre. Química de la degradación de los materiales“, Ministerio de Educación de la Nación, Argentina, 1a edición, pp. 1-180.
Siegesmund, S., et al. (2021), “Marble decay: towards a measure of marble degradation based on ultrasonic wave velocities and thermal expansion data“, Environmental Earth Sciences, 80: 395.
Larson, J. H. (2013), “The conservation of a marble group of Neptune and Triton by Gian Lorenzo Bernini“, Studies in Conservation, 31 (sup1): 22-26.
Tschegg, E. K. (2016), “Environmental influences on damage and destruction of the structure of marble“, International Journal of Rock Mechanics and Mining Sciences, 89: 250-258.
Shushakova, V., et al. (2013), “Microcracking in calcite and dolomite marble: microstructural influences and effects on properties“, Environ Earth Sci, 69: 1263-1279.
