Hoatzin: El ave más rara del mundo

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En el mundo existen más de 11,000 especies de aves. Hay aves no voladoras, aves buceadoras, aves de colores imposibles de ver para nuestros ojos, aves que migran de polo a polo, aves que pueden imitar cientos de sonidos de su entorno, aves que pesan dos gramos y una gran variedad de cualidades adicionales. Entre tanta diversidad, ¿cómo podemos decir que algo es raro? Y más aún, ¿cómo podemos juzgar que una especie sea más rara que otra? Decimos que algo es raro cuando nos parece fuera de lo común, de lo que estamos acostumbrados. La rareza en este sentido puede ser solo un juicio personal, pues lo que parece raro en un sitio puede ser común en otro. Sin embargo, también podemos decir que una especie es rara cuando tiene características que son estadísticamente poco frecuentes o únicas entre las demás especies conocidas. En ese caso, el ave de la que hablaremos hoy tiene el título muy justificado.

Figura 1. Ejemplar adulto de hoatzin (Opisthocomus hoazin). Se puede observar que la forma alargada de su cuerpo, lo que le permite albergar su gran sistema digestivo.

Se trata del hoatzin, Opisthocomus hoazin (Figura 1), un ave que habita en la selva del Amazonas. Mide de 60 a 70 cm y pesa de 600 a 700 g. Su aspecto es peculiar, con un cuerpo alargado y pesado, su cabeza es pequeña, recordando vagamente a una gallina. Una de sus características más peculiares y por la que es mundialmente conocido, es poseer una mano con un par de dedos terminados en garras curvas como garfios. Estas garras solo son funcionales cuando son pollos pequeños y vulnerables. Armados con estas garras, los jóvenes hoatzines pueden trepar con facilidad los grandes árboles de la selva amazónica cuando llegan a caer de sus nidos. De hecho, los hoatzines anidan sobre ríos o lagos, de forma que, si los polluelos se sienten amenazados, pueden saltar al agua y luego volver a subir sin ayuda (Figura 2).

Sin duda, el aspecto de los pollos de hoatzin, despeinados y con los largos brazos sin emplumar rematado en garras es bastante extraño para un ave, y más propio de un perezoso. Pero cuando los hoatzines alcanzan la edad adulta su rareza continúa.

Figura 2. Ejemplar juvenil de hoatzin. Las garras de sus alas son muy útiles al escalar los árboles de la selva. En ocasiones deben subir desde los cuerpos de agua que se encuentran bajo sus nidos, hasta volver a su hogar.

Y es que el hoatzin es una de las pocas aves folívoras, es decir, que se alimenta principalmente de hojas. En comparación, otras aves herbívoras aprovechan frutos y semillas. Sin embargo, las hojas ricas en celulosa no son un platillo fácil de digerir, y los animales que se alimentan de ellas tienen características especiales para lograrlo; por ejemplo, es necesario asociarse con unas bacterias intestinales que son los únicos organismos capaces de degradar la celulosa. Para ello, el hoatzin posee una ampliación en el esófago, antes de alcanzar el estómago, donde dichas bacterias proliferan y llevan a cabo la parte más difícil de la digestión. Esta característica recuerda al sistema digestivo de los rumiantes, como las vacas, que también se encuentra dividido en varias cámaras. 

Volviendo con el hoatzin, la capacidad de albergar una gran cantidad de bacterias en su interior puede ser muy útil para aprovechar un recurso que es omnipresente en la selva, pero tiene un curioso efecto secundario. Y es que la actividad de estas bacterias produce una gran cantidad de gases como desecho, por consiguiente, el ave también debe deshacerse de ese exceso de gas. Esta característica peculiar le ha valido recibir el nombre de «pava apestosa», así que podrás imaginar lo que significa poder acercarte a una de estas aves.

Sin duda el hoatzin es raro, en el sentido de que posee características únicas entre las aves. Pero aún le queda otra peculiaridad, otra que lo vuelve una especie verdaderamente única. Para entender esta última rareza debemos conocer un poco sobre la forma en que los científicos clasifican a los seres vivos. Durante siglos la clasificación científica se basó en agrupar a los organismos que poseían características similares; por ello, cuando los europeos descubrieron al hoatzin, tuvieron dificultades para incorporarlo al sistema. Parece algo similar a las chachalacas y pavas (Galliformes), o también se podría incluir en el grupo de las grullas (Gruiformes), donde se agrupaban aves que no encajaban bien en la clasificación, pero nunca se resolvió del todo su situación. 

En el siglo XX los científicos propusieron clasificar a los seres vivos basándose en su historia evolutiva, y al iniciar el siglo XXI el uso de la información genética permitió identificar las relaciones de parentesco entre especies con mayor facilidad, excepto para el hoatzin. Con el paso de los años, los diferentes estudios genéticos agruparon al hoatzin primero con los cucos (Cuculiformes) y luego con los turacos (Musophagiformes) y así sucesivamente. Finalmente se intentó usar su genoma completo, el conjunto de todos sus genes, pero ni siquiera este esfuerzo permitió conocer cuál era su parentesco con las demás aves actuales, y con ello resultó imposible ubicarlo correctamente en los esquemas de clasificación. 

Figura 3. Árbol genealógico de las aves. La mayoría de los grupos de aves actuales surgieron en una explosión de diversidad después de la extinción del resto de los dinosaurios. La rama evolutiva del hoatzin también surgió en ese momento, por lo que está igualmente emparentado con casi todas las otras aves y al mismo tiempo no es cercano a ninguna otra especie. Figura elaborada por Pteryx.

Actualmente los científicos piensan que el hoatzin es el último descendiente de una rama evolutiva muy antigua, cuyo origen se remonta a la explosión de diversidad que favoreció a las aves después de la extinción del resto de los dinosaurios (Figura 3). Desde ese entonces, los ancestros del hoatzin evolucionaron de forma separada, acumulando características únicas y su genoma se modificó tanto que se borró toda evidencia de esos cambios. Pero en la actualidad todos esos ancestros han desaparecido y el hoatzin está solo. Única y última especie de su linaje, no hay otra especie entre las más de 11,000 aves del mundo que sea como el hoatzin. Sin duda es un ave poco común, la más rara del mundo.

Agradecimientos

Agradezco a Alfonso ST y Jared RO por haber revisado el borrador de esta entrada.

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Hoatzin

Opisthocomus hoazin: hoatzin

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