¿Quién no ha oído sobre Albert Einstein? Cabe mencionar que en las encuestas es de los científicos más conocidos por el público en general. También es reconocido como el padre de la relatividad y famoso físico ganador de un premio Nobel. Sin embargo, hay una gran mujer, igual de inteligente, de quién se dice que contribuyó de manera importante al desarrollo de la Relatividad y de otros trabajos, pero que no ha sido mencionada por las pocas pruebas de esto, incluso se dice que eso nunca pasó. Ella es identificada por ser la primera esposa de Einstein. En esta ocasión, hablando de mujeres en la ciencia, les contaré sobre esta mujer que fue más que la esposa de un físico famoso, ella es: Mileva Marić.
Mileva Marić, fotografía tomada cerca de 1896.
Mileva nació en 1875 en Serbia, y murió en Suiza en 1948. Tuvo la oportunidad de realizar sus estudios gracias al apoyo de sus padres, Marija Ruzić y Milos Marić. Aunque ellos no estuvieron en el mundo de las ciencias o la literatura, impulsaron la educación de sus hijos. Mileva fue muy destacada en sus estudios, obteniendo siempre buenas calificaciones. Su padre consiguió una autorización del ministro de educación en 1892 para que su hija pudiera entrar a congresos de física, los cuales solo eran destinados para los hombres.
Mileva ingresó a estudiar medicina, pero únicamente se quedaría un semestre ya que se daría cuenta que su amor por las matemáticas y la física era mayor. Aprobó en el Instituto Politécnico de Zurich, siendo la primera y única mujer que estudiaría en ese lugar. Ahí conoce a Einstein, comienza una historia de amor, pero también de otros problemas.
Aunque su romance no era aceptado por la familia del físico, él decía que se complementaban debido a que tenían las mismas ideas e intereses. En este contexto, la relación continúa, pero Mileva quedó embarazada de Einstein y, debido a los problemas que esto causaba al tener un hijo fuera del matrimonio, se vió obligada a dejar sus estudios y a volver a casa de sus padres. Desafortunadamente él bebé no sobrevivió. Después de este evento, ella regresa con Einstein, se casan y tienen dos hijos.
Al principio todo parecía perfecto, los esposos se entendían tanto emocional como intelectualmente. A pesar de ello, las cosas cambiaron. Einstein comenzaba a ser una figura pública cada vez más importante, llegando a comportarse de manera diferente con su esposa. Mileva se sentía frustrada por esta situación y, además, tenía que soportar que su esposo le diera ciertas reglas por escrito de cómo debía comportarse como esposa. Finalmente se divorciaron, quedándose Mileva con sus dos hijos.
En cuanto al trabajo en conjunto de Mileva y Einstein, existen registros de cartas que se enviaban en donde se menciona su colaboración como: “nuestro trabajo”, “nuestro artículo”, “nuestro punto de vista”; en esas cartas, el mismo Einstein habla de su esposa como una colaboradora principal. También, en cartas con amistades cercanas, Mileva contaba que estaba trabajando en un estudio que haría famoso a su esposo. Estas cartas en 1980 asombraron a la comunidad científica y trataron de averiguar si esta colaboración era cierta.
Las primeras pruebas serían amigos y personas cercanas que manifestaron que ellos pasaban horas trabajando juntos, incluso afirmaba esto su propio hijo y diversos profesores. Mileva recibiría clases, obteniendo conocimientos que solo ella tendría y los cuales serían bases del trabajo de Einstein.
Una parte de estas pruebas se tornan como silenciadas (como de otras que fueron destruidas por el mismo Einstein) ya que después de la muerte de Einstein no se pudo publicar nada acerca de las cartas de Mileva y su esposo. Frieda, esposa de su primer hijo, intentó hacer públicas cartas donde Mileva se comunicaba con su esposo, pero los seguidores de Einstein bloquearon la publicación mediante vías legales.
Se dice que los años más creativos de Einstein coincidieron con el periodo en el que estuvieron juntos, pero aún continúa el dilema, existen artículos que apoyan y otros que niegan la participación de Mileva. Unos de ellos diciendo que ella no tuvo absolutamente nada que ver y de otros que la apoyan. Así mismo, otros que, aunque lo niegan, dejan la puerta abierta a la duda.
La vida después del divorcio para Mileva fue difícil ya que tuvo que conseguir trabajo y cuidar a su hijo menor a quién le diagnosticaron esquizofrenia; así, Mileva comenzó a dar clases particulares de física. Einstein se volvió a casar y se fue a vivir a otro país, ya no volvió hacerse cargo de sus hijos aunque les había dejado el dinero del premio Nobel. La vida para ella siguió siendo más dura, al final murió de una embolia en 1948.
Así como Ada Lovelace y Hedy Lamarr, Mileva tuvo el apoyo para construir sus conocimientos en una época donde estos recursos eran destinados a los hombres. Ellas estuvieron rodeadas de grandes personas que les ayudaron a cultivar su pasión e inteligencia por el mundo de las ciencias, entre ellas sus familias, amigos, etc., pero las primeras dos tuvieron que ocultar sus trabajos con iniciales de sus nombres. Mileva tuvo la oportunidad para seguir sus estudios y ser apoyada por sus padres, haciendo todo lo posible para que ella tuviera las mismas oportunidades que los hombres. Como sabemos, la inclusión de la mujer en esos ámbitos no era importante o simplemente no creían que fueran capaces de tener las mismas competencias que un hombre.
Las mujeres cuando se casaban, su vida solo dependía en ser madres y esposas, alejándose así del mundo de las artes, de las ciencias, entre otros campos del conocimiento. A Mileva le tocó vivir en una situación así, pero no podemos ser ciegos a cosas como esas. Muchas mujeres continúan viviendo situaciones similares en sus trabajos, en sus estudios y en sus propias casas, quitándoles sus méritos o dejándolas sin florecer sus conocimientos.
Aunque no existan estudios concretos de que Mileva fuera la creadora junto a Einstein de la teoría de la relatividad o de otros trabajos, esto no quiere decir que Mileva no fuera una persona brillante en las ciencias físicas matemáticas y que eso no se puede apagar a pesar del tiempo.
Mileva junto a sus dos hijos Eduard (a la izquierda) y Hans Albert (derecha), fotografía tomada en 1914.
Agradecimientos
Agradezco a Biozonito (Juámas), Batimasy y a la Roñosa por sus comentarios y correcciones al borrador de esta entrada; gracias, me ayudan mucho a mejorar :3 A Lucy <3 por haberme recomendado escribir de esta brillante mujer #womenpower. Abracitos hasta la próxima entrada.
¿Quieres saber más?
Esterson, A. (2020), "The story of Mileva Marić: Did Einstein’s first wife contribute to his scientific work?", Mètode Science Studies Journal, 10: 6-12.
González Moreno, M. (2006), "Mileva Einstein-Maricla madre «olvidada» de la teoría de la relatividad", Clepsydra, 95-102.
Greco, P. (2017), "Mileva Marić", Lettera Matematica, 5: 43-48.
Asmodelle, E, (2015), "The Collaboration of Mileva Marić and Albert Einstein", Asian Journal of Physics, 24 (5).
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