Con el mundial de fútbol Qatar 2022 recordé al famoso pulpo Paul que predecía al ganador de los juegos en el mundial Sudáfrica 2010. Solía ver en la televisión cuando este amiguito de 8 “tentáculos” (el término correcto es brazo) recorría la bandera del país que supuestamente iba a ganar. Sorprendentemente en muchos casos acertó, y tenía a muchas personas esperando sus resultados. Hasta ese momento, yo consideraba a los pulpos como seres sin inteligencia, ¿pero podrían los pulpos realmente predecir el ganador del Mundial? Aunque esta idea parece poco probable, descubrir más acerca de estos animales me convenció de que los pulpos son invertebrados sorprendentemente inteligentes. La inteligencia animal depende de la memoria, el desarrollo de técnicas y herramientas para su supervivencia, entre otras cosas. ¿Cómo es esto? veamos cómo la inteligencia de los pulpos pueden explicar su supervivencia en el océano.
Aunque los mamíferos y aves suelen considerarse los animales más inteligentes, con el paso del tiempo se ha reconocido la inteligencia de los cefalópodos: pulpos, calamares y nautilos. Estos fueron los primeros seres inteligentes del planeta, según muestran los estudios sobre el genoma y sistema nervioso de los pulpos por Albertin et al., 2015. Estos autores propusieron que las duplicaciones del genoma completo en la evolución de los cefalópodos ocurrieron de manera más temprana que en los vertebrados.
Aunque el número de neuronas no lo es todo, nos sirve de punto de referencia. Por ejemplo, el pulpo común (Octopus vulgaris) cuenta con unas 500 millones de neuronas, lo que es comparable con mamíferos como el perro (Canis familiaris). La diferencia es que el sistema nervioso de los pulpos está menos centralizado. Por ejemplo, los brazos alojan el doble de neuronas que el sistema nervioso central, y pueden actuar con cierta autonomía incluso si se los corta.
Para un octópodo (orden al que pertenecen los pulpos) no existe un límite claro entre cerebro y cuerpo. La organización descentralizada del sistema nervioso de los octópodos es tan diferente, que podría ser comparado con una “inteligencia alienígena”, esto según el filósofo Peter Godfrey-Smith. Sin embargo y dado que sus cuerpos son extremadamente vulnerables a peligros como son los depredadores, la presencia de un gran cerebro que les permita ser capaces de sentir, resolver problemas y explorar, ofrece oportunidades de éxito en un mundo competitivo.
Además, a pesar de ser animales solitarios, son capaces de aprender de manera observacional, es decir, observando a otros individuos resolver algún problema. Asimismo, tienen la capacidad de resolver nuevos problemas tanto en el presente como en el futuro. También pueden llegar a reconocer a otros pulpos y hasta rostros humanos, y al estar siempre alertas por los depredadores, se han convertido en maestros del camuflaje y de la huida.
A pesar de la intensa fascinación que los pulpos suscitan, el hecho sigue siendo que no son una fuente útil o predecible para el pronóstico de resultados deportivos. Como afirma Lisa Poncet, esto es especialmente cierto cuando se consideran pruebas de discriminación visual; los pulpos raramente tienen un porcentaje de éxito superior al 80%, mientras que otros animales casi logran la perfección.
Lo que sí es cierto es que aún hay mucho que aprender sobre ellos, ya que muchas veces la curiosidad de estos amiguitos puede entorpecer las investigaciones y hacer difícil saber qué tan inteligentes pueden llegar a ser.
¿Quieres saber más?
Albertin, C. B., et al. (2015), "The octopus genome and the evolution of cephalopod neural and morphological novelties", Nature, 524: 220–224.
Alonso, L. (2017). "Mente y Cerebro", 84: 94-96.
Quién fue el Pulpo Paul: la curiosa historia de sus predicciones.
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Muy instructiva la información 🤗