En un emocionante hallazgo arqueológico, científicos de diferentes universidades han descubierto una nueva especie de arqueoceto, que ha sido bautizada como Perucetus, y arroja nueva luz sobre la evolución de los antiguos cetáceos. Perucetus, cuyo nombre hace honor a su lugar de descubrimiento en Perú, ofrece valiosas pistas sobre cómo estos antiguos seres se adaptaron a la vida en el agua y desarrollaron características distintivas que eventualmente llevarían a la aparición de ballenas y delfines modernos.
Figura 1. Trabajos de rescate del material fósil de Perucetus. Como vemos el buen trabajo del paleontólogo lleva más de dos siglos siendo básicamente el mismo, golpes de cincel y mucho corazón en lo que haces.
El fósil de Perucetus fue encontrado en 2012 en sedimentos marinos de unos 42 millones de años de antigüedad, en la región costera de Ica, en Perú (Figura 1). Los restos fosilizados incluyen huesos de cadera, vértebras y algunos elementos de las extremidades, lo que permitió a los paleontólogos reconstruir la anatomía y el modo de vida de esta antigua criatura.
Figura 2. Reconstrucción artística de Perucetus colossus.
Basándose en el análisis de los fósiles, y usando la anatomía comparada, los científicos determinaron que Perucetus presentaba una serie de características que indican su transición hacia un estilo de vida acuático. Sus extremidades, por ejemplo, muestran evidencia de haberse adaptado para nadar, lo que sugiere que podía moverse con eficacia en el agua (aunque solo se encontró un fragmento de cadera propia de arqueocetos). Sin embargo, no se reportaron aún huesos del cráneo, únicamente vértebras, cadera y costillas, lo que hace que sea muy especulativo su look hasta el momento, Figura 2 y 3. Pero su enorme cuerpo, la forma de las costillas que sugieren una mala apnea (propio de buceadores de aguas someras), podríamos interpretarlo como un cetáceo enorme parecido a un manatí.
Figura 3. Pensar en Perucetus colossus es pensar en grande, quizás no se trate del animal más largo del mundo, quizás tampoco sea el más pesado ya que su peso sigue en especulación, pero soy de la firme convicción de que cada descubrimiento de una nueva especie marina, es lo suficientemente importante como para decirle al mundo: ¡Hey!, cuidemos nuestro planeta, el único lugar donde existen y han existido maravillosas criaturas como esta. Créditos a Joschua Knüppe.
¿Y qué significa cetáceo? Pues bien, los cetáceos o ‘ballenas’ (incluyendo aquellas barbadas y dentadas, Figura 4) son unas criaturas asombrosas que viven en el océano. Son mamíferos marinos muy grandes y extraordinarios que han fascinado a la gente durante siglos. A pesar de vivir en el agua, tienen algunas similitudes sorprendentes con nosotros, ya que humanos y cetáceos somos ambos mamíferos. Por ejemplo, respiramos aire, tenemos sangre caliente y somos animales muy inteligentes. La diferencia radica en que los cetáceos han evolucionado para vivir en el agua y han desarrollado características asombrosas para hacerlo.
Pueden ser increíblemente grandes, y existen diferentes tipos, como la ballena azul, la ballena jorobada, la orca (mal llamada «ballena asesina»), delfines, cachalotes, entre otros. Cada especie tiene sus propias características únicas y comportamientos especiales. Aunque son mamíferos, los cetáceos han adaptado su cuerpo para vivir en el océano. Su forma hidrodinámica les permite deslizarse fácilmente por el agua. La cola y las aletas pectorales son esenciales para nadar y mantener el equilibrio. Una de las cosas más sorprendentes es su capacidad que tienen de sumergirse a grandes profundidades para buscar comida. Algunos pueden sumergirse a más de 3000 metros bajo la superficie (como los Zífidos) y pueden aguantar la respiración por largos períodos antes de volver a la superficie para tomar aire.
Figura 4. El infraorden Cetacea abarca a delfines, orcas, cachalotes, zifios, belugas, marsopas, rorcuales, ballenas francas y como descubriremos en esta entrada, de otro grupo llamado arqueocetos o ballenas antiguas.
La comida de los cetáceos varía según la especie. La ballena azul se alimenta principalmente de pequeños animales llamados krill (Euphausiacea), que son como camarones minúsculos. Otras, como la orca, son cazadoras expertas y se alimentan de peces y otros animales marinos. Los cetáceos juegan un papel crucial en el ecosistema marino. Al alimentarse, ayudan a mantener el equilibrio de las poblaciones de otros animales marinos. Además, cuando defecan o también al morir, llevan nutrientes desde la superficie hacia las profundidades, lo que beneficia a numerosos otros organismos en el océano.
¿Y la historia evolutiva de los cetáceos?
Si nos remontamos a la historia evolutiva de los cetáceos, descubrimos que se trata de una de las historias de éxito evolutivo más raras en la naturaleza. Así que comencemos a hablar de los arqueocetos, grupo de transición de la vida terrestre hacia la acuática y especialmente, la marítima (Figura 5). Una de las adaptaciones más notables de los arqueocetos fue la transición de sus extremidades a forma de aletas, lo que les permitía nadar con mayor eficiencia en el agua. Aunque aún conservaban huesos de las extremidades, estos comenzaron a modificarse para convertirse en estructuras más adecuadas para la vida marina. Además, algunos arqueocetos tenían dientes especializados para cazar peces y otros animales marinos, lo que sugiere que ya estaban adaptándose a una dieta acuática.
Figura 5. Recordando un documental de la BBC, se menciona a los ancestros de las ballenas como Basilosaurus, y algo que cabe resaltar es que mencionan que los ambientes cálidos del Eoceno no serían propicios para mantener ballenas con cuerpos gruesos y chonchos, sino más bien estilizados, pues bueno, eso cambió a partir de esta semana.
Durante un periodo “corto” de tiempo geológico, los arqueocetos continuaron evolucionando y desarrollando más características acuáticas. Sus cuerpos se alargaron y adquirieron una forma más hidrodinámica, lo que les permitió desplazarse más eficientemente en el agua. Con el tiempo, algunos grupos de arqueocetos comenzaron a perder la habilidad de caminar en tierra y se convirtieron en criaturas completamente marinas, dando paso a la aparición de las ballenas y los delfines que conocemos en la actualidad (Figura 6). Sus fósiles nos brindan una visión única de un pasado remoto y nos permiten trazar la historia de la vida en la Tierra. Además, el estudio de los arqueocetos nos ayuda a comprender cómo los animales se adaptan a entornos cambiantes a lo largo del tiempo, lo que tiene implicaciones importantes para la conservación de la biodiversidad en la actualidad.
Figura 6. Comparativa de los esqueletos de tres especies de cetaceos: Ballena Azul (Balaenoptera musculus), Cynthiacetus peruvianus (un pariente de las ballenas) y Perucetus colossus.
Como conclusión y nota final, el descubrimiento de Perucetus es de gran relevancia para la paleontología y la biología evolutiva. La riqueza de información proporcionada por este fósil revela una fascinante historia de adaptación y cambió a lo largo de millones de años. Los esfuerzos continuos de la comunidad científica para desentrañar los misterios del pasado nos permiten apreciar mejor la maravillosa diversidad y complejidad de la vida en nuestro planeta.
Agradecimientos
Agradezco a Batimasy y Etel por haber revisado el borrador de esta entrada.
¿Quieres saber más?
Marris, E. (2023), «Could this ancient whale be the heaviest animal ever?«, Nature News.
Thewissen, J.G.M. & Waugh, D.A. (2023), «A really big fossilwhale«, Nature.
Bianucci, G., et al. (2023), «A heavyweight early whale pushes the boundaries of vertebrate morphology«, Nature.
