Como ya te habrás dado cuenta, me gusta hablar sobre temas relacionados a los medicamentos: fármacos, formas farmacéuticas, reacciones adversas a medicamentos, etcétera. Así que seguro no te sorprenderá que el tema de hoy sean las interacciones medicamentosas.
En la vida diaria nos corresponde a nosotros como pacientes apegarnos al esquema de tratamiento de los medicamentos, sin embargo, generalmente nos surgen dudas sobre la manera correcta de seguir el tratamiento, como: ¿Puedo tomar mi medicamento con jugo de toronja? ¿Con o sin alimentos? ¿Junto con otros medicamentos o en horarios espaciados? La respuesta a estas preguntas no es sencilla ya que, aunque parezca que estos detalles no interfieren en el efecto de los fármacos, la realidad es que podrían producirse interacciones medicamentosas.
¿Qué son las interacciones medicamentosas? Éstas se definen como la modificación del efecto de un fármaco causado por el consumo simultáneo o secuencial de otros fármacos, alimentos o bebidas.
¿Cuáles son esas modificaciones en el efecto del fármaco administrado? Bueno, las interacciones medicamentosas pueden ocasionar la disminución del efecto o la pérdida total del mismo; por ejemplo,el consumo de alimentos junto con los antibióticos amoxicilina o ciprofloxacino ocasiona la disminución de su absorción, por tanto, se verá reducido el efecto antimicrobiano, pudiendo incluso no llegar a curar la infección. Otro ejemplo, es el consumo de hierba de San Juan, ésta afecta el metabolismo de múltiples fármacos, siendo uno de ellos el etinilestradiol (anticonceptivo hormonal); la hierba de San Juan aumenta el metabolismo del etinilestradiol, disminuyendo su concentración en sangre y esto puede causar hemorragias vaginales o correr el riesgo de un embarazo no planificado. Por otra parte, también es posible que las interacciones induzcan un efecto aumentado o produzcan reacciones adversas; por ejemplo, el jugo de toronja altera la eliminación de al menos 40 fármacos, con ello, aumenta la concentración en sangre del fármaco y, en consecuencia, incrementa el efecto del fármaco, esto no necesariamente es bueno porque, a su vez, podría causar una reacción adversa dependiendo del fármaco que se administrado.
El compuesto 6′-7′-dihidroxibergamotina, presente en las toronjas, está relacionado a las interacciones medicamentosas.
Como puedes ver, no es un detalle menor el consumo de medicamentos en combinación de otros medicamentos, alimentos o bebidas. Además, ten en cuenta que no han sido reportadas y, por tanto, estudiadas todas las posibles interacciones medicamentosas. Y entre las combinaciones que podrían parecer más inofensivas, como tés o suplementos alimenticios, no tienen estudios que respalden que “no hacen daño”.
Aunque es difícil determinar la incidencia de las interacciones medicamentosas, existen factores, tanto del paciente como de los fármacos, que aumentan el riesgo de presentar alguna. Por ejemplo, en el caso del paciente: edad avanzada, uso de múltiples medicamentos, enfermedades crónicas graves, insuficiencia renal, insuficiencia hepática o metabolismo. En cuanto al tipo de fármaco, algunos de los factores son: mecanismo de acción, metabolismo, ruta de eliminación del fármaco, dosis e intervalo de dosis segura del fármaco.
Lamentablemente no existe una fórmula general para la correcta administración de fármacos, pero es recomendable considerar lo siguiente antes de consumir un medicamento:
- Cuál o cuáles son los fármacos presentes en el medicamento.
- Conocer las recomendaciones para la ingesta del medicamento (si se puede consumir con alimentos, esquema de administración).
- Evitar el consumo de suplementos alimenticios.
- No consumir jugo de toronja.
- Limitar el consumo de alcohol, cigarro y café.
- Consultar a su médico o farmacéutico si tienes dudas o presentas algún cambio en tu salud.
Entonces retomando las cuestiones iniciales, ¿puedo tomar mis medicamentos con jugo de toronja? ¿Con o sin alimentos? ¿Junto con otros medicamentos o en horarios espaciados? La respuesta es DEPENDE. No hay una respuesta general a las preguntas planteadas; depende del fármaco administrado, de su estabilidad química, la forma farmacéutica, el metabolismo del paciente y del recorrido del fármaco en el organismo. Por tanto, es necesario consultar las indicaciones de uso antes de consumir un medicamento o preguntarle al profesional de salud.
Recuerda que el uso correcto de medicamentos te llevará a obtener el efecto deseado y evitar complicaciones en el tratamiento. ¡Evita la automedicación!
Agradecimientos
Agradezco a la Viroloca y a Rocío por haber revisado y comentado el borrador de esta entrada.
¿Quieres saber más?
Morales-Olivas, F. J. & Estañ, L. (2006), «Interacciones medicamentosas. Nuevos aspectos«, Medicina Clínica, 127 (7): 269-275.
Bailey, D., et al. (2013), «Grapefruit–medication interactions: Forbidden fruit or avoidable consequences?«, CMAJ, 185 (4): 309-316.
Weathermon, R. & Crabb, D. W. (1999), «Alcohol and Medication Interactions«, Alcohol Res Health, 23 (1): 40-54.
Broderick, P. J., et al. (2005), «Caffeine and psychiatric medication interactions: a review«, The Journal of the Oklahoma State Medical Association, 98 (8): 380-384.
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