Los murciélagos y su historia mexicana

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Aprovechando este mes patrio para México, me pareció una excelente oportunidad hablar un poco de la importancia cultural que los murciélagos han tenido en su historia. Y es que, desde las culturas prehispánicas hasta la fecha, estos mamíferos han tenido gran relevancia religiosa, iconográfica, simbólica, mítica y económica.

Como ya lo hemos comentado anteriormente, los murciélagos tienen dietas muy variadas, lo que les permite aprovechar una amplia cantidad de recursos y hábitats. Hoy en día conocemos a estos pequeñines como importantes polinizadores, dispersores de semillas o hasta controladores de plagas, y poco a poco se les ha incorporado en actividades de agricultura sostenible a partir de la conservación. Aunque no siempre tuvieron una imagen positiva, al menos no en Europa, donde se les asociaba principalmente con malos augurios; pero en América, y particularmente en México, la historia era distinta para estos mamíferos.

Durante la historia precolombina de este país, el murciélago fue asociado con el inframundo, la fertilidad y el culto al maíz… Sí, yo sé que no tienen nada que ver entre ellas, pero vamos a desarrollar… Como elemento iconográfico, este mamífero fue utilizado como glifo por autoridades y gobernantes de regiones como Tecoanapa, en el estado de Guerrero, y Calakmul, en Campeche. También se utilizó para referir entidades sociopolíticas como Zinacantepec, en el Estado de México, representado por el glifo de un cerro con un murciélago en la cima (Tzinacan: murciélago; Tépetl: cerro), al igual que Zinacantán en el estado de Chiapas que se lee como “Lugar de los murciélagos”. 

Figura 1. Glifos emblema maya de murciélagos de Copán y Calakmul. Tomado de Valencia Rivera & Esparza Olguín (2018).

Estas representaciones iconográficas muestran claras hojas nasales, una característica específica de la familia Phyllostomidae. Esta familia solo se encuentra en el continente americano, desde el sur de Estados Unidos hasta Argentina, por lo que su representación iconográfica en las culturas prehispánicas era de esperarse. Sin embargo, esto no quiere decir que sean la única familia que habite en el continente, sino que, al tener dietas tan variadas (frugívoros, nectarívoros, hematófagos y carnívoros) y ser tan fáciles de distinguir (por su llamativa hoja nasal) es posible que los encuentros más significativos para los pueblos indígenas de América con estos mamíferos hayan sido con individuos de esta familia.

Figura 2. Murciélago del género Sturnira de la familia Phyllostomidae, en la imagen se señala la hoja nasal. Fotografías tomadas por Sofía Terán

En el ámbito religioso, estos animales han sido representados como deidades, como es el caso de Camazotz, un hombre con cabeza de murciélago, quien para los zapotecas de Oaxaca y los maya Quiches se relacionaba con la muerte, el inframundo, la noche y el sacrificio; para los mexicas también representaba este tipo de deidad. Mientras tanto, la cultura mixteca-zapoteca de Oaxaca asoció a este mamífero con Piquete Ziña, el dios de la fertilidad, y también se le asoció con Pitao cozobi, la deidad del maíz y la milpa. Aunque se cree que en realidad los mayas no veían a los murciélagos como Camazotz per se, sino como mensajeros o sirvientes, basado en algunas representaciones en las vasijas y esculturas. 

A nivel mítico, los murciélagos están presentes en relatos como el del códice Magliabechiano, que cuenta cómo a partir del semen de Quetzalcóatl surge un murciélago que hace las veces de su sirviente y muerde un pedazo de los genitales de Xochiquétzal a petición del dios para llevárselos. Otro relato interesante es el códice Borgia, donde se relata la historia de un murciélago que se dirige a Xochiquétzal con un torrente de sangre y flores, del cual cuatro colibríes se alimentan, mientras otro colibrí (que en realidad es el disfraz de Quetzalcóatl) se posa en el árbol que florece del corazón de Xochiquétzal; este códice nos muestra a los murciélagos como una parte importante en la vida de las deidades y mitos de la parte centro-sur del país. 

Esto no es distinto en el norte del territorio mexicano, donde los Yaquis de Sonora también relatan mitos sobre los murciélagos. Cuentan que, en el pasado, los ocho líderes de los pueblos se reunieron y le solicitaron al sapo Bobok ir con el dios de la lluvia, Yuku, para pedirle que enviara agua a sus tierras; por lo que, el sapo para poder subir a las nubes se acercó a la laguna y le pidió a un amigo mago que le diera alas de murciélago y, de esta manera, poder cumplir con el pedido de los líderes.

En la actualidad, los murciélagos siguen siendo parte importante de la cultura mexicana pues son los principales polinizadores de las plantas del género Agave, endémicas del continente americano (al igual que los filostómidos) y de las cuales se extraen bebidas representativas del país como lo son el pulque, el mezcal y el tequila. Estas plantas crecen principalmente en ambientes áridos y semiáridos, y representan una fuente importante de alimento para los polinizadores, ya que producen néctar de manera significativa. A pesar de que algunas especies son polinizadas durante el día por aves e insectos, se conoce una estrecha relación entre este género de plantas y los murciélagos de la familia Phyllostomidae, principalmente las especies del género Leptonycteris. Sin embargo, la industrialización de estas bebidas llevó a la ampliación de monocultivos de ciertas especies de Agave, los cuales no se suelen dejar florecer; asimismo, amplió el uso de pesticidas y fertilizantes químicos que afectan las especies animales que interactúan con estos espacios agrícolas, incluyendo a los murciélagos. Estas acciones rompen el equilibrio del ecosistema y ponen en riesgo de desaparecer tanto al Agave como a los murciélagos. 

Figura 3. Leptonycteris yerbabuenae. Fotografía tomada por Nancy Bailey.

Gracias a estudios que se han realizado en los últimos años, hoy en día se tiene más presente la implementación de cultivos amigables para el ecosistema, donde se estima que, si al menos 5% de las plantas en una hectárea de estos cultivos se dejan florecer, se podría reducir el impacto que esta industria produce. Esto, claro, acompañado del uso de controles biológicos y de fertilizantes amigables con el ambiente.

Por esto los invito a celebrar las fiestas patrias con pulques, mezcales y tequilas de cultivo amigable en honor a los murciélagos mexicanos que acompañaron a sus ancestros, a sus dioses y a sus dirigentes. ¡Y que viva México, lindo y querido!

Agradecimientos

Me gustaría agradecer a Izzy y Magizoólogo por haber revisado y corregido el borrador de esta entrada, y a todos mis amigos mexicanos por contagiarme de amor por México.

¿Quieres saber más?

Brady, J. E. & Coltman, J. D. (2016), «Bats and the Camazotz: Correcting a Century of Mistaken Identity«, Latin American Antiquity, 27 (02): 227-237.

Retana-Guiascón, O. G. & Navarijo-Ornelas, M. L. (2012), «Los valores culturales de los murciélagos«, Revista Mexicana de Mastozoología (Nueva Época), 2 (1): 18-26.

Trejo-Salazar, R.-E., et al. (2016), «Save Our Bats, Save Our Tequila: Industry and Science Join Forces to Help Bats and Agaves«, Natural Areas Journal, 36 (4): 523-530.

Trejo‐Salazar, R. E., et al. (2023), «Historical, temporal and geographic dynamism of the interaction between Agave and Leptonycteris nectar‐feeding bats«, American Journal of Botany.

Valencia Rivera, R. & Esparza Olguín, O. Q. (2018), «La presencia del Glifo Emblema del murciélago en El Petén y el sur de Campeche y sus implicaciones políticas«, Estudios de cultura maya, 51: 43-74.

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Autor

  • Batichica

    Soy una bióloga colombiana egresada de la Universidad de Caldas y actualmente asistente de la curaduría de la colección mastozoológica del Centro de Museos de la misma universidad.

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