¿Alguna vez te preguntaste por qué las plantas son verdes? Esta es una de las diversas e interesantes preguntas que suelen hacerse los niños. Es aún más fascinante cuando te detienes a pensar en el hecho de que organismos tan diversos como una sequoia, un apio y un musgo pertenecen al mismo reino: Plantae. Pero, ¿por qué? ¿Qué podrían tener en común todos estos seres tan diferentes?
Hace algunos días estaba compartiendo una sopa de verduras con Aleph, mi hijo de 3 años, y entre preguntas y respuestas alocadas comenzamos a hablar de árboles y plantas araña (como él se refiere a las plantas de Aloe vera que tenemos en el pasillo). Cuando le dije que todos estos personajes son plantas, al igual que los cubitos que flotaban en su sopa, no pudo evitar poner una cara de asombro, como si creyera imposible que esas hojas picadas y sin forma pudieran tener alguna relación con el árbol de durazno que adorna nuestra acera.
— ¿Por qué son plantas?— me preguntó casi gritando, con los ojos bien abiertos.
La primera respuesta que me vino a la mente fue: “porque comparten un ancestro en común, el cuál probablemente contaba con células fotosintéticas que hicieron posible el autotrofismo del que nos beneficiamos”. Me dio mucha risa pensar que si le decía esto a mi niño, nada más lo iba a marear. Pensé en una respuesta más simple:
— Porque todos crecen en la tierra, son verdes y necesitan agua para crecer— le dije finalmente.
— Eso no es verde, es naranja. — repuso casi a modo de reclamo mientras señalaba un cubito de zanahoria.
— Es cierto, es naranja. Algunas plantas tienen partes que son de otro color, pero casi todas tienen algo verde.
Este color lo presentan gracias a la clorofila, que es un pigmento fundamental en el proceso de fotosíntesis (de tipo oxigénica, pues algunas bacterias pueden hacer fotosíntesis sin clorofila). Pero antes de que pudiera pensar en si le decía algo de eso o no, preguntó muy curioso:
— ¿Y las flores? Son de muchos colores.
— También son plantas (o al menos una parte de ellas).
En este punto de la conversación me puse a pensar en que es más fácil relacionar a las flores con el Reino Plantae, porque las angiospermas (o plantas con flor) resultan muy llamativas y de forma casi innata se han vuelto muy populares, no sólo para la gente, sino también para toda la gama de polinizadores de los que se benefician, que no son más que bichos desfilando entre las estructuras reproductoras (o flores) que ofrecen colores y aromas que seguro les vuela la cabeza tanto a ellos como a nosotros. No son el único grupo dentro del reino vegetal, pero mi sopita de verdura no contenía helechos, ni coníferas, ni musgos, ni ningún otro grupo… Sería raro si los tuviera, ¿no?
— Me gustan las flores. ¿Puedo comer flores?
— Sí, mi amor. Tu sopa tiene coliflor, y la coliflor es una flor (o más bien, un conjunto de muchas flores). Pruébala.
— Eso no es flor, es un árbol. — Respondió, como pensando que casi cae en una trampa. Definitivamente no todas las flores son del agrado de todos.
— Bueno, prueba esta otra. Es una flor de calabaza.
— ¡Sí! ¡Amarilla! Mi color favorito— y al terminar la exclamación devoró su bocado, tan contento y sin advertir que ya habíamos repasado una clase de “biología de angiospermas”.
Cuando tu mamá es bióloga, no te puedes distraer ni en la comida. Para la siguiente comida le enseñaré el ciclo de Calvin… ¡Ah, ¿verdad?!
¿Quieres saber más?
Eichorn, S. E. Evert, R. (2012) “Raven Biology o Plants”, Macmillan Learning, USA.
Márquez-Guzmán, J, et al. (2016) “Biología de angiospermas” (versión electrónica). Facultad de Ciencias, UNAM, México. ISBN: 9786070227059
Soy bióloga egresada de la Facultad de Ciencias, UNAM. Nací en la CDMX. Desde niña me encantaron las ciencias naturales y durante mi formación encontré pasión en el reino Plantae. La botánica, la bioquímica y la divulgación de la ciencia son mis intereses más profundos. Amo pasar tiempo con mi pequeño Aleph, y le huyo a las Neurociencias porque me dan miedo los roedores.
La mamá perfecta sí existe ☺️
Que manera tan bonita de enseñar
Que bonita historia Mony!!