Prototaxites: los hongos gigantes que conquistaron el mundo

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La Tierra es un planeta vivo y la constitución de los continentes cambia continuamente debido al movimiento de las placas tectónicas. Seguramente has oído sobre un tiempo en el que todos los continentes estaban juntos en una Pangea, ¿verdad? Pues bien, nuestra historia de hoy ocurre en tiempos muy anteriores a esta Pangea. 

Estamos en el Devónico, un periodo geológico que inició hace unos 419 millones de años. Nos encontramos con los continentes de Gondwana y Laurasia, que lentamente se acercarán para formar Pangea hacia finales del Carbonífero, 84 millones de años después. 

El inicio del período Devónico marca la era de los peces acorazados, helechos y el inicio de plantas gimnospermas. Sin embargo, desde mucho tiempo antes la Tierra ya se encontraba colonizada por plantas primitivas.

Estas plantas primitivas dieron origen a los grupos de organismos vegetales con un sistema vascular bien definido. Por allá del Silúrico Superior apareció Cooksonia, una planta primitiva que medía apenas unos cuantos centímetros y que es considerada como la primera planta vascular de la Tierra de la que se tiene registro. 

A la par de estas pequeñas, existieron siluetas enormes muy parecidas a troncos de árboles que lograban alcanzar hasta ocho metros de altura conocidos, actualmente como Prototaxites. Pero, ¿qué eran esas estructuras parecidas a árboles? Las plantas estaban aún adaptándose a la vida terrestre y seca, apenas desarrollando estructuras para sobrevivir a la desecación. ¿Acaso hubo otro grupo evolutivo pionero que llevaba el rol de las plantas antes de que las propias del Reino Viridiplantae aparecieran? Sigamos viendo la evidencia.

Fig 1. Prototaxites: los hongos gigantes que conquistaron el mundo
Interpretación de Prototaxites en su entorno natural de inicios del Devónico 

Además, entre el periodo geológico anterior (el Silúrico) y el Devónico, la Tierra experimentó niveles muy bajos de dióxido de carbono. Esto favoreció la aparición de grandes organismos como los helechos primitivos y los ancestros de gimnospermas y angiospermas; por ejemplo, Archaeopteris, una progimnosperma con características morfológicas de helecho. 

Hagamos una pequeña pausa taxonómica: la planta y el dinosaurio Archaeopteryx tienen un nombre muy similar que significa “ala antigua”. ¡No los confundas!

Prototaxites y Archaeopteris tienen algo en común, ambos aparecieron aproximadamente hace 370 millones de años. El género Archaeopteris y para ser más exactos la especie Archaeopteris hibernica fue una de las especies más abundantes quizás llegando a dominar los antiguos territorios de la tierra, sin embargo, éstas se extinguieron en el periodo carbonífero. Considerando esto, los prototaxites son incluso más viejos que el periodo carbonífero y, aunque no llevaban un dominio en abundancia, llevaban un dominio evolutivo. 

Los Prototaxites fueron descubiertos en rocas del Devónico en 1859. Al principio se pensaba que se trataban de fósiles de coníferas, algas verdes e incluso algas rojas; pero se descubrió que estaban formados por aglomeraciones de filamentos que se entrelazan entre ellos formando estructuras de gran tamaño. 

Más adelante, en la época de los noventa, Francis Huber evaluó la relación entre los isótopos de carbono C-12 y C-13 en estos fósiles y los comparó con los de otras plantas del periodo Devónico. De ello observó que los valores eran totalmente diferentes, es decir, en el caso de Prototaxis este valor era mucho más bajo, lo cual indicaba que estos organismos no realizaban la fotosíntesis y, por tanto, quedó descartado que fuera un organismo vegetal. 

Este estudio llevó a la conclusión de que los prototaxites obtenían su alimento de otras formas de vida ¿Te suena familiar? Si recapitulamos las características por las cuales este gran organismo está constituido, podemos observar la gran similitud que tiene con los hongos modernos; de hecho, poseían una extensión de hifas más allá de este “tronco”. Aunque también es bastante complicado ubicarlo en un grupo dentro del reino Fungi, pero se sugiere que puede pertenecer a la división Ascomycota. 

Fig 3. Prototaxites: los hongos gigantes que conquistaron el mundo
Fósil de prototaxites a la izquierda y estructura celular de prototaxites bajo el microscopio a la derecha.

Se cree que estos hongos fueron los primeros organismos capaces de degradar la materia orgánica procedente de las plantas muertas que hasta ese momento se acumulaban en el suelo. Para ello desarrollaron enzimas (hidrolasas, lignina peroxidasa, lipasas, entre otras) capaces de degradar la materia orgánica. Es así como los prototaxites se convirtieron en los primeros organismos descomponedores de estos ecosistemas. 

Además de degradadores, estos organismos también habrían servido como alimento para algunos insectos, o al menos eso se cree. Esto debido a algunos agujeros encontrados en su superficie. 

Fig 4. Prototaxites: los hongos gigantes que conquistaron el mundo
Corte transversal de fósil de prototaxites. Créditos: Graham, L. E., et al. (2010)

Actualmente los avances científicos tratan de buscar la respuesta respecto a qué pasó con estos gigantescos hongos y se ha profundizado en distintas teorías, pero aún no se obtiene una respuesta concreta. Es posible que las plantas u otros descomponedores acabaron por desplazarlos o, que con el tiempo, el tamaño resultó no ser esencial para su nicho ecológico y fueran evolucionando hacia formas más pequeñas. 

Simplemente se podría decir que las plantas ganaron la competencia evolutiva en aquel momento y que el tamaño realmente no era fundamental para conquistar los ambientes terrestres. ¿Las plantas ganaron? ¿O realmente no hubo una competencia como tal? Estas preguntas aun en la actualidad no se tienen una respuesta clara, sobre todo cuando se habla de dominio evolutivo, pero sí podemos decir que muchas o incluso la mayoría de las plantas son infectadas por hongos, pero nunca se ha visto que una planta parasita a un hongo. 

¿Te imaginas un mundo con hongos gigantes? 

Fig 5. Prototaxites: los hongos gigantes que conquistaron el mundo

Agradecimientos

La autora agradece a los revisores de esta entrada, el Paleomike y a Sensu Lato, así como a los lectores y los hongos gigantes que algunas vez conquistaron la tierra. Asimismo, agradece a Don Helecho por aportar ideas para contextualizar el desarrollo de estos organismos gigantes. 

¿Quieres saber más?

Boyce, C. K., et al. (2007), «Devonian landscape heterogeneity recorded by a giant fungus«, Geology, 35 (5): 399-402. 

Graham, L. E., et al. (2010), «Structural, physiological, and stable carbon isotopic evidence that the enigmatic Paleozoic fossil Prototaxites formed from rolled liverwort mats«, American Journal of Botany, 97 (2): 268-275.

Nelsen, M. P., & Boyce, C. K. (2022), «What to do with Prototaxites?«, International Journal of Plant Sciences, 183 (6): 556-565.

Hueber, F. M. (1996), «A Solution to the Enigma of Prototaxites«, The Paleontological Society Special Publications, 8, p.183.

Honegger, R., et al. (2018), «Fertile Prototaxites taiti: a basal ascomycete with inoperculate, polysporous asci lacking croziers«, Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 373 (1739): 20170146.

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