Parásitos en la carne: Taenia solium

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El mundo de la microbiología está lleno de personajes bastante interesantes, tales como bacterias que habitan en los lugares menos esperados, virus que conviven día a día con nosotros, y hongos de diversos tamaños y formas. En esta ocasión nos enfocaremos en los parásitos, específicamente en uno llamado Taenia solium.

Taenia solium es un gusano de la clase Cestoda, cuyo ciclo de vida se desarrolla en tres estadios: huevo, larva (también conocida como cisticerco) y adulto (mejor conocido como solitaria).  Su ciclo de vida involucra diferentes hospedadores (Figura 1): los cerdos y a los seres humanos, considerados como hospederos erráticos. La forma adulta de T. solium se localiza en el intestino de los huéspedes finales.

Figura 1. Ciclo de vida de Taenia solium.

El ciclo de infección con T. solium inicia cuando se ingieren sus larvas y éstas eclosionan (rompen su envoltura) en el intestino del ser humano; allí, el parásito crece y se vuelve adulto. Las solitarias en promedio miden 2 metros, aunque pueden llegar a medir hasta 7 metros; y su cuerpo (estróbilo) está dividido en segmentos denominados proglótidos (inmaduros, maduros y grávidos).

Estos parásitos maduros tienen órganos sexuales masculinos y femeninos, es decir, son hermafroditas. En los proglótidos más alejados de la cabeza o escólex (Figura 2) de la Taenia se lleva a cabo el proceso de fecundación en un útero “grávido”. Posteriormente, los proglótides grávidos (segmentos de  T. solium que contienen huevos maduros) se expulsan en la materia fecal, dejando libres alrededor de 60,000 huevos. Estos huevos serán consumidos por el siguiente hospedero, continuando el ciclo de infección.

Figura 2. El escólex (cabeza) funciona como órgano de anclaje para fijarse a la mucosa intestinal.  Pritt, B. (2015).

Aunque la teniasis y cisticercosis son causadas por este mismo parásito, son enfermedades diferentes. La teniasis es una infección causada por la forma adulta de la T. solium; en ella, los cisticercos son ingeridos por el huésped, principalmente en carne contaminada, llegando al intestino delgado y allí maduran en gusanos adultos que se adhieren a la pared intestinal.  Por otro lado, la cisticercosis es causada por la forma larvaria de la tenia cuando el huésped ingiere huevos maduros; en esta enfermedad, los cisticercos migran por la pared intestinal y se diseminan a diferentes tejidos del cuerpo. Si las larvas invaden el cerebro, producen neurocisticercosis (Figura 3). Esta enfermedad provoca dolores de cabeza, crisis epilépticas, dificultad para coordinar movimientos, problemas de visión y, si no es tratada, puede causar la muerte.

Las infecciones por T. solium son comunes en lugares donde las condiciones sanitarias son deficientes y la cría de cerdos se practica en pequeña escala. Así mismo, el acceso limitado a servicios de salud, la falta de agua potable segura, el saneamiento deficiente y las prácticas de higiene inadecuadas son factores de riesgo para que los humanos contraigan la infección. Un ejemplo de esto es que se han registrado regiones en México en donde se venden lenguas de cerdo con “granillo” (carne con cisticercos); esta carne infectada es más cara de lo normal ya que argumentan que “es más rica”, favoreciendo así la infección entre los consumidores de dicha carne.

La persona parasitada se vuelve un riesgo para otros puesto que desecha continuamente huevecillos en su materia fecal. Estos huevos pueden llegar a sus manos y, si no hay un correcto lavado de manos, los deposita en la comida que consumen. A este ciclo se le conoce como “ano-mano-boca”. 

Figura 3. Quistes cerebrales por cisticercos. Neurocysticercosis (2019).

Mientras que para el tratamiento de la taeniasis se emplean los fármacos prazicuantel y niclosamida, el tratamiento de la cisticercosis depende de varios factores, como los síntomas y el número y ubicación de los quistes en el encéfalo. A los pacientes con quistes encefálicos se les administran fármacos corticosteroides para reducir la inflamación. También se administran antiparasitarios (como albendazol o praziquantel) con el propósito de eliminar los quistes cerebrales vivos, estos fármacos se administran después de que los síntomas se han controlado adecuadamente.

Sin embargo, ambas enfermedades pueden prevenirse cocinando en su totalidad y a temperatura superior de 63° C durante 3 minutos o más.Si la carne se pica, se recomienda mínimo una temperatura de cocción de 71° C. Así mismo, mantener la carne y el pescado congelados disminuye el riesgo de infección. En el caso de las frutas y verduras, deben de estar bien enjuagadas con agua corriente antes de comerlas, pelarlas o prepararlas.También es muy importante mantener un correcto lavado de manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos después de ir al baño, antes de comer, y antes y después de manipular alimentos. 

En conclusión, es importante remarcar que, en la cisticercosis, las larvas pueden alojarse en diversos tejidos del cuerpo humano, como el cerebro, músculos u ojos, provocando síntomas y complicaciones graves. Mientras que la teniasis se caracteriza por la presencia de gusanos adultos en el intestino. 

Taenia solium sigue siendo un desafío para la salud pública, por lo que se debe tener una correcta prevención, educación y acceso a servicios de salud para poder reducir la carga de la enfermedad. Y aunque la microbiología es muy interesante, siempre es mejor conocer a este tipo de parásitos en un artículo de investigación en lugar de experimentar las consecuencias por no cuidar la higiene a la hora de comer.

Agradecimientos

Agradezco a Rocío y Dr.deparasitos por revisar el texto y realizar las correcciones oportunas para su mejora.

¿Quieres saber más?

García, H. H., et al (2003), “Taenia solium cysticercosis“, The Lancet, 362 (9383): 547-556.

Flisser, A., et al. (2006), “Taenia solium: un parásito cosmopolita“, Investigación y Ciencia, 24-33.

Flisser, A. (2011), “Cisticercosis: enfermedad desatendida“, Boletín médico del Hospital Infantil de México, 68 (2): 138-145.

Imirizaldu, L., et al. (2004), “Neurocisticercosis. Una enfermedad emergente“, Anales del Sistema Sanitario de Navarra, 27 (2): 201-209.

Infección por Taenia solium (tenia del cerdo) y cisticercosis

Teniasis y cisticercosis

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